Sé como el agua
P. Felipe Santos
Cuando el agua no puede ser torrente
Sabe ser, en silencio, canto que hila
Fina su voz, y espejo que rutila
De luz en la dulzura de la fuente.
Así tus años, hoy mansa corriente,
Soñarían un agua más tranquila.
Pero tu corazón no se jubila
Acostumbrado siempre a un ritmo urgente, el de Cristo.