1
ACTIVISMO COMO ENFERMEDAD
En tiempos de paro como el que padecemos sorprende hablar de activismo. Pero
el activismo existe y puede que el paro ayude a curar esta enfermedad, pues el
activismo es una “enfermedad”, casi una droga, que se presenta de varias
formas con más frecuencia de lo que parece entre personas de toda las clases
sociales. Sus efectos son destructores. Por ejemplo:
a) el trabajador(a) incansable que no piensa más que en su trabajo olvidando a
la familia, a los hijos, a los amigos y a su propia alma. Es fácil que pierda lo más
importante de la vida: mujer , familia y amigos por un poco más de dinero
b) San J. Escrivá en el punto 18 de “Camino” escribe:”…corren un serio peligro
de descaminarse aquellos que se lanzan a la acción ¡al activismo!, y
prescinden de la oración, del sacrificio y de los medios indispensables para
conseguir una sólida piedad: la frecuencia de Sacramentos, la meditación, el
examen de conciencia, la lectura espiritual, el trato asiduo con la Virgen
Santísima y con los Ángeles custodios... Todo esto contribuye además, con
eficacia insustituible, a que sea tan amable la jornada del cristiano”. En otra
parte recomienda: primero, oración; segundo sacrificios y, en tercer lugar, muy
en tercer lugar, acción.
c) Sacerdotes, profesores, médicos, investigadores, políticos,… son personas con
trabajos de grave responsabilidad que, en cuanto se mueven un poco más de lo
normal, se les acumula el trabajo, les desborda y privan de la necesaria
reflexión, de la lectura de sus libros específicos y de ver que es lo que pasa por
el mundo. San Bernardo llama a los sacerdotes a “no perderse en el activismo”.
d) Las mujeres además de soportar trabajos como los de los hombres, de los
cuales podemos relativamente desprendernos o modificar ; también se
encuentran abrumadas por el trabajo diario de la casa, la cocina y los niños de
los que no hay forma de desprenderse. Tanto trabajo no les deja tiempo ni para
besar a su marido o hijos. Necesitan ayuda, estímulos de cariño, de aprobación
y descanso sin tele, radio ni viajes.
e) Caso real. En un matrimonio trabajan el padre y la madre durante todo el día.
Al llegar a casa un día preguntan a su hijo: Juanito ¿ A quién quieres más a papá
o a mamá? A Jaime, contesta Juanito. Jaime era el jardinero que pasaba todo el
día con él. Los padres lo pensaron bien y…cambiaron de trabajo.
En la planificación del trabajo deberíamos integrar como parte importante e
indispensable al descanso, las vacaciones, los cambios de actividad, los deportes,
las relaciones familiares , sociales y religiosas,…necesarias para dar sentido a la
vida. A pesar de todo, algo tan elemental que todo el mundo entiende y
comprende resulta, para muchos, muy difícil de ponerlo en práctica. La familia y
los psicólogos tienen algo que hacer aquí pues los efectos se pagan caros, muy
caros.
Mérida (España), 13 de febrero de 2011
Alejo Fernández Pérez
Alejo1926@gmail.com
http://www.autorescatolicos.org/alejofernandezperez.htm