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SI EXISTE EL AMOR, EXISTE DIOS
Pero cuando no existe el amor, tampoco existe Dios. Y si Dios no existe, reinan
el odio, la miseria, la esclavitud y la muerte, como nos enseña la historia de los
dos últimos siglos.
Acabo de salir del templo. De una misa abarrotada de gente, donde parece que
muchos la están descubriendo de nuevo. El silencio y la devoción eran
impresionantes. ¿ Por qué asiste tanta gente a misa ahora? ¿ Qué esperan, qué
buscan, que necesitan de Yahvé en nuestros días? Posiblemente: amor, el bien
más preciado.
En la calle dos chicas jóvenes, no católicas, me paran y entregan una hojita
donde se habla de la Parusía o Segunda Venida de Cristo con la desaparición del
mundo. En la actualidad, son muchas las voces que se levantan anhelantes
dando por supuesto que este mundo, realmente, podría desaparecer. En verdad,
que los medios de comunicación refuerzan cada día mas esta presunción.
No tenemos duda alguna de que existe el amor entre los seres humanos, como
tampoco la tenemos de que exista Dios. Particularmente estoy convencido de
hasta los ateos creen en el Señor , nombre que no se les cae de sus bocas,
aunque sea solo para negarle , perseguirle y, si pueden, volverle a crucificar.
La diferencia entre un creyente y un no creyente estriba en que el primero ama a
al prójimo igual o más que a sí mismo; mientras que los no creyentes se aman a
sí mismo mucho más que a los otros, hasta pretender ser adorado como Dioses,
caiga quien caiga.
En Yahvé predomina el amor a los hombres, a quienes considera y ama como a
sus hijos. Toda su doctrina y mandatos son preceptos de amor, culminando en el
verdadero milagro de las Bienaventuranzas o Sermón de la Montaña. Cuando
Dios no existe, cuando lo hemos eliminado de nuestras vidas, cuando lo hemos
sustituido por el hombre, también sustituimos al amor por odio y la muerte. ¿
Qué pasa entonces? Basta leer la Biblia para comprobar lo que ha sucedido en
casos análogos y sacar consecuencias, mas ¿quién lee la Biblia hoy?
Las persecuciones a Cristo y a su Iglesia durante el último siglo hacen pensar a
muchos creyentes en el fin del mundo, en la Parusía o segunda venida de Cristo.
Casi todas las profecías al respecto se han cumplido y los castigos son
equivalentes al Diluvio Universal, a las destrucciones de Sodoma y Gomorra, a la
destrucción de Jerusalén… Pensemos en la
Primera guerra mundial de 1914 a 1918, con millones de muertos en los
combates, por enfermedades y por el hambre. Sigue la Gripe española
subsiguiente que eliminó a mas de 18 millones de personas y una depresión
económica que se materializa en los años 30.
La Virgen de Fátima predijo la segunda Guerra Mundial 1939-1945 y la siguiente
guerra fría, en la que se calcula murieron más de doscientos millones no solo en
combates, sino muchos más por el hambre, las enfermedades, las purgas
políticas, y los muertos por no ser del régimen gobernado por hombres dioses
como Stalin , Hitler o Mao Tse Tung. Solo en Ucrania murieron unos doce
millones de personas por hambre entre 1930 y 1933 a quienes los rusos robaron
sus alimentos y maquinarias por no ser suficientemente adictos al comunismo
reinante.
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Con posterioridad, hasta hoy, han existido mas de 35 guerras repartidas por todo
el mundo casi continuamente. Añadamos el despertar del dragón chino; del
islamismo, de las revueltas en Egipto, Túnez y Argelia; de la crisis económica y
sobretodo moral de los últimos años en Europa y América y tendremos ante
nuestros ojos un panorama apocalíptico. Con inusitada frecuencia se están
cumpliendo por todas partes las profecías bíblicas sobre inundaciones ,
incendios, terremotos, maremotos, degradación ambiental, y una especie de
locura general y de iluminismo demoníaco que parecen haberse apoderado de
las almas de nuestros gobernantes, ansiosos de salvar a la humanidad
imponiendo- como dioses- una Nueva Religión Universal y un Nuevo Orden
Mundial (NOM)
¿Qué significan todas estas calamidades y en tan poco tiempo? Pues un siglo o
dos no son nada en la cronología Bíblica. En la Biblia cesan las calamidades en
cuanto los hijos del Señor se vuelven a Él , arrepentidos y humillados, como
cuando en la parábola del hijo pródigo este retorna al hogar del Padre.
No hay alternativa: o con Dios y el amor o con el diablo y el odio. Y los dos
existen. Y están entre nosotros. Por eso llenan las multitudes los templos y
asisten a Misa y, por eso los jóvenes creyentes reparten las palabras de Dios.
Las consecuencias de la elección, gusten o no, están a la vista y las redescubre
la Biblia. Basta leerla. No hay nada nuevo, solo que hoy afecta a unas
generaciones nuevas, prepotentes, vivas, que saben de todo menos lo esencial:
Que Dios existe y nos juzgará.
Mérida, 8 de enero de 2011
Alejo Fernández Pérez
Alejo1926@gmail.com
http://www.autorescatolicos.org/alejofernandezperez.htm
Recordemos : “La Iglesia de Pedro, es la única institución
mundial que ha podido ir a rezar a la tumba de “todos” sus
enemigos”