EN LA LADERA DEL RÍO
En la ladera del río,
Mientras a solas pensaba,
Y rodeado de hierbas altas,
Le pregunté a la joven celeste:
¿a dónde vas tan aprisa
con tu lámpara encendida?
Y ella me contestó:
Soy mensajera de Dios.
Y entre las hierbas altas
Me quedé pensativo diciéndome:
Tu luz me ha cegado de fulgores
En este rato que paso junto al río,
Sumidos en mis reflexiones-oraciones.
Y de nuevo le pregunté a la joven:
¿qué buscas, amiga querida,
si tienes la lámpara en tu corazón?
Sí, lo sé, pero busco a mi Señor.
Y me quedé alucinado
Viendo pasar su luz radiante,
Como la clara mañana.
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Abrazos, Felipe Santos, SDB