PREGUNTA FRECUENTE: ¿CÓMO ES DIOS?
Con nuestra mente limitada, queremos llegar a saber cómo es Dios.
Consulta y Repuesta
Felipe Santos, SDB
Esta no es la pregunta de un niño. No hay nada ni nadie con quien podemos
compararlo. Él está en una categoría única, y nosotros podemos conocerlo
a Él solo cuando Él ha escogido revelarse.
El salmista siempre estuvo llamando a los hombres a alabar el nombre de
Yahvé. "Alabado sea el SEÑOR" es repetido en los Salmos.
El SEÑOR Dios es una persona infinita. Nosotros podemos llegar a conocerlo
a Él cuando Él ha elegido revelarse en la naturaleza y en Su propia Palabra.
"Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus
manos" (Salmo 19,1). Dios ha elegido revelarse en Su creación (Col. 1,16-
17; Juan 1,3; Apoc. 4,11; Rom. 2,14-15). El Creador no nos dejo sin un
testigo de Su gracia y misericordia. Él se revela a sí mismo al mundo por Su
gracia común (Hechos 14,17; 17,24-29).
Dios se ha revelado a sí mismo en Su nombre personal. En Éxodo 3,14 Él
mismo se reveló a Moisés en la zarza ardiente como "YO SOY EL QUE SOY".
"YO SOY" es el SEÑOR, "el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham,
de Isaac y de Jacob" (v .16).
Esto es "las cuatro letras" el nombre de Dios, llamado Tetragrámaton.
Consta de cuatro consonantes comúnmente deletreadas YHWH, YHVH JHVH.
Las vocales son provistas y de ahí se deletrea "Yahvé". Varias traducciones
en Inglés de la Biblia usan la palabra SEÑOR todas con letras mayúsculas
que significa Yahvé. Otros utilizan el nombre de "Jehová." Todos estos son
intentos de comunicar el Nombre impronunciable. El significado puede ser
"YO SOY", o "Yo seré", del verbo HAYAH, "ser". También puede ser utilizado
correctamente con otras vocales y traducirse, “Él que es”, o "El que trae la
existencia". "El significado más simple es" Yo soy el que soy ", o" Yo seré
quién seré. "
Como una persona divina, Él se ha revelado a sí mismo y comunica Su
persona a Su creación hecha a Su imagen. Él se ha revelado a sí mismo
como uno en tres personas - El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. No hay
tres Dioses. Él es un Dios en tres personas. Él puede ser conocido, y Él
quiere que tengamos compañerismo con Él.
Este gran nombre personal de Jehová, o el SEÑOR, nos revela que Él es
eterno. Él es el gran "YO SOY". Él es Dios eterno, sin principio y sin fin.
Los eruditos Hebreos dicen que el nombre contiene cada tiempo del verbo
"ser". Usted puede traducir "Yo era", "Yo seré", y "Y yo seguiré siendo
siempre". Él es el eterno YO SOY, el mismo ayer, hoy y por siempre. Él es
siempre el mismo en Su ser eterno, para que podamos depender de Él para
ser consistentes.
Él no sólo es eterno, Él también no cambia. Él es inmutable. Lo qué fue para
Moisés, Abraham, Isaac, David, etc., Él siempre será para nosotros. Que no
evoluciona, como si una evolución religiosa Hocus Pocus lo creo a Él. Actúa
con auto-dependencia Él no contesta a nadie.
Él es la auto-determinación Única, absoluta, independiente en armonía con
Él Mismo por toda la eternidad. Él es hoy lo que será mañana. No tiene
necesidades y, por tanto, no depende de nadie ni de nada en Su creación.
Él no necesita a nadie para defenderlo, amarlo o apoyarlo. Él es el único el
Todo Auto-Suficiente.
"Le amamos, porque Él nos amó primero" (1 Juan 4,19).
Él es el Único que nosotros alabamos y adoramos. "¿Qué Dios como tú, que
perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad?"
(Miqueas 7,18)
Sí, Él es el Dios de la salvación y el Dios de la gracia. El Dios que se revela
a sí mismo en Jesucristo, siempre será como Jesucristo y nunca cambiarán
su atributos eternos (Hebreos 1,1-3).
En un enfrentamiento con los fariseos Jesús declaró,: "Abraham vuestro
padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó. Entonces le
dijeron los judíos; Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?
Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo
soy "(Juan 8,56-58).
Él es "nuestro gran Dios y Salvador, Jesucristo, quien se dio a sí mismo por
nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo
propio, celoso de buenas obras" (Tito 2,13-14).
"Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la
gloria y el poder, por los siglos de los siglos" (Apocalipsis 5,13).