Parecer ser buenos sin serlo
P. Fernando Pascual
7-11-2023
Es un peligro que amenaza a
cada persona: esforzarse en parecer ser buena sin serlo realmente.
Los motivos pueden ser
diferentes: para esconder los propios pecados y evitar castigos; para “subir”
en el aprecio de los demás mientras la vida real va por otros caminos.
Nos damos cuenta de la
hipocresía de este tipo de comportamientos. Porque uno, si actúa mal
conscientemente, de modo continuo, se aparta de la verdadera justicia aunque
los demás lo aplaudan como buena persona.
La justicia auténtica surge
cuando uno busca vivir correctamente, piensen lo que piensen los demás.
Incluso, y ya Platón había
imaginado esta posibilidad, uno debe seguir siendo honesto aunque algunos,
falsamente, lo critiquen como mala persona.
La vida ética auténtica surge
cuando luchamos contra las tendencias que nos llevan al pecado, cuando
reconocemos con humildad nuestras malas acciones, y cuando nos orientamos con
decisión hacia el bien, la verdad, la justicia.
Nunca ha resultado fácil. En
parte, porque en nuestro interior hay desórdenes no del todo controlados. En
parte, porque el mundo y el demonio nos empujan, una y otra vez, hacia el mal
camino.
Los hombres y mujeres de todos
los tiempos que han optado por la coherencia en el bien muestran que sí resulta
posible romper con la hipocresía, el disimulo, el engaño, para correr por el
camino que conduce a la virtud.
Este día quizá surjan
tentaciones de escoger lo malo y de ocultarlo con buenos modales y una sonrisa
falsa. Si las vencemos, nos habremos alejado del peligro de parecer ser buenos
sin serlo, y nos acercaremos a Dios, que desprecia a los hipócritas y que ama a
los puros, los justos y los que aman, honesta y limpiamente, a los demás.