Noticias y contranoticias
P. Fernando Pascual
12-6-2023
Llega una noticia: el gobierno
ha construido en los últimos dos años 2000 edificios populares. Llega la contranoticia: el gobierno solo ha construido 500 edificios
populares.
Otro ejemplo: en una guerra,
avisan que el ejército de un bando ha bombardeado un barrio de civiles y matado
a 50 personas. Luego llega el desmentido del otro bando: las bombas no eran “nuestras”,
sino que se trataba de misiles antiaéreos de “los otros”.
Cuando encontramos este tipo
de noticias y desmentidos, las reacciones son diferentes según quién diga una
cosa y quién diga la contraria. Si sentimos simpatía por unos y antipatía por
otros, creeremos normalmente a los primeros y mostraremos una especial
desconfianza hacia los segundos.
Quienes no se inclinan hacia
un lado o hacia el otro, pueden creer cada “noticia” conforme llega.
Inicialmente, asienten a la primera información. Luego, a la segunda, y así
giran según sopla el viento.
No faltan quienes, ante tantas
noticias contradictorias, se colocan en una situación de escepticismo más o
menos sistemático. Antes de aceptar cualquier nueva información, esperan las
reacciones y los desmentidos, de forma que siguen abiertos a lo que se diga por
parte de unos o de otros.
En un mundo donde ciertas
informaciones corren como pólvora, no resulta fácil adoptar la actitud más
correcta. Existe el riesgo de equivocarnos si aceptamos un “dato” como
verdadero, o de equivocarnos si pensamos que sea falso.
Entonces, ¿qué hacer? Quizá
sea de ayuda escuchar con calma lo que va llegando, sin pronunciarnos a favor o
en contra. Basta con reconocer que acaban de decir que tal ministro cometió un
fraude, y señalar quién lo dice y si lo hace con fundamento.
Luego llegarán nuevos datos,
desmentidos, confirmaciones, noticias y contranoticias.
Ante cada oleada de informaciones, siempre ayuda ver quién, cómo y por qué
busca presentar como verdadero cada dato, para así tener elementos que nos
permitan contextualizar lo que ahora se dice.
El paso del tiempo, esperamos,
puede ayudar a disipar tinieblas, de forma que con un poco de paciencia
lleguemos a distinguir entre humo y fuego, entre informaciones falsas y
aquellas que nos acerquen, aunque sea un poco, a la verdad...