Apariencia y realidad
P. Fernando Pascual
1-5-2023
En diversos Diálogos de Platón
se contraponen estos dos términos: apariencia y realidad.
La apariencia suele tener una
connotación negativa, por el hecho de que puede apartarnos de la verdad, sobre
todo cuando engaña a quienes la aceptan como si se tratase de algo verdadero.
La verdad, por su parte, tiene
una connotación positiva. Solo quien conoce la verdad puede orientarse bien en
la propia vida y afrontar las diversas situaciones que se le van presentando.
Algunas apariencias, como se
explica en el Gorgias escrito por Platón, crean la ilusión de alcanzar
salud o justicia, cuando en realidad abren espacio a la falta de salud y a la
injusticia.
En este cuadro general se
comprende la fuerte crítica que ofrece Sócrates contra aquel tipo de retórica
que crea persuasión (basada en apariencias) sin ofrecer ciencia. Es decir, que
provoca en la gente la ilusión de saber cuando no han
alcanzado la verdad.
Una persuasión basada en
apariencias resulta sumamente frágil y es, además, peligrosa, pues puede
conducir, si ofrece una mentira bajo el ropaje de la verdad, a daños más o
menos graves.
En cierto sentido, el esfuerzo
de la buena filosofía consiste en ayudar a los hombres a alejarse de aquellas
apariencias que estén fuera de la verdad, como las que con tanta frecuencia se
difunden como “fake news”
en el inmenso mundo digital.
Gracias a esa buena filosofía
fomentar esa apertura de mente que resulta tan necesaria a la hora de emprender
una búsqueda seria del auténtico saber, ese que nos acerca, aunque solo sea un
poco, hacia verdades que guían los pensamientos y que permiten decisiones
orientadas al bien auténtico.