Lo que puede pedir la ética
P. Fernando Pascual
20-3-2023
Hay quienes defienden esta
idea: la ética no debería proponer exigencias demasiado elevadas, exigencias
que muchas personas no serían capaces de aceptar ni, mucho menos, de poner en práctica.
La idea no hace más que
exponer algo obvio: la ética solo tendría sentido si sabe proponer a las
personas un ideal de acción que luego pueden asumir en sus vidas.
Pero en ocasiones esa idea
tiene un matiz equivocado: suponer que algunas (o muchas) personas serían
incapaces de comportarse según ciertos ideales éticos, que para ellas serían
muy difíciles.
Menos en los casos de
enfermedades graves que impiden un pensamiento ordenado y un autocontrol de los
impulsos, toda persona puede comprender lo que la ética propone y aplicarlo en
su propia vida.
Que un ideal ético sea difícil
no significa que no habría que proponerlo. Al contrario, cualquier ser humano,
incluso cuando se comporta habitualmente de modo incorrecto, posee una mente y
una voluntad que le permiten ponerse en camino para apartarse del mal y para
actuar éticamente.
Existen, por desgracia,
dependencias y adicciones que dañan gravemente la autonomía de muchas personas,
y que requieren un esfuerzo adicional para salir de un vicio y emprender el
camino de la virtud.
A pesar de ello, y con un buen
acompañamiento, espiritual y psicológico, esas personas pueden ponerse en
marcha para romper con sus dependencias y para orientarse hacia el bien que
anhelan sus corazones.
La ética, al pedir grandes
ideales, reconoce las posibilidades que tenemos de vivir en la verdad, en la
justicia, en la belleza. Posibilidades que se hacen concretas en la historia
humana con la acción de la gracia que Dios ofrece a todos.
Una buena formación moral, que
incluye la apertura interior a la ayuda de Dios y de tantas personas que desean
nuestra felicidad auténtica, abrirá nuestros ojos, sin miedo, a grandes
ideales, desde los cuales podremos luchar por vivir según ese bien que anhelan
nuestros corazones y que está siempre a nuestro alcance.