El amor que nos define
P. Fernando Pascual
15-2-2023
Amamos, deseamos, buscamos.
Todo lo que pensamos y hacemos surge desde el amor y nos orienta a alcanzar
aquello que amamos.
Amamos un rato de descanso.
Amamos estar con los amigos. Amamos una buena lectura. Amamos una música que
genera paz en el alma.
Amamos también actividades:
limpiar una habitación, poner orden en el librero, terminar la tarea en el
puesto de trabajo.
Amamos cualidades, como la
salud, o la energía física, o la memoria, o la destreza en el mundo
electrónico.
Desde tantos amores se
construye, cada día, nuestro camino personal. Quien ama bien, recibirá una
alegría que vale más que el dinero o el placer. Quien ama mal, destruye parte
de su corazón y, muchas veces, daña a otros.
Entre los amores que surgen en
mi corazón, hay uno que me orienta a Dios. Ese amor surge cuando experimento
que existo porque he sido amado por Él, y cuando descubro que mi vida tiene
sentido si está orientada a alcanzarlo.
Según lo que amamos, somos. El
amor es lo que nos define. Por eso necesitamos “curar” el amor, cuando se
orienta hacia el mal, y reforzarlo, cuando nos lleva hacia la belleza, el bien
y la justicia.
Este día, desde que me levante
hasta que me acueste, me guiará el amor: a los familiares, a los amigos, a
personas conocidas, incluso a quienes están lejos y esperan una ayuda de mi
parte.
Alguien dijo “amo, luego
existo”. Podemos añadir, según una hermosa idea de san Agustín (cf. San
Agustín, Tratados sobre la primera carta de san Juan, II,14): amo, y soy
aquello que amo. Si amo la tierra, soy tierra. Si amo a Dios, seré...