El misterioso beneficiado de
cada donación de sangre
P. Fernando Pascual
14-7-2022
En muchos países del mundo la
donación de sangre se hace de modo anónimo. El donador (o donante) no conoce
quiénes sean las personas que reciben ayuda gracias a esa sangre que puede
ofrecer periódicamente.
Por eso, para promover más el
gesto de donar sangre por parte de quienes gozan de salud, puede ser bueno
conocer algo sobre los que reciben la sangre (glóbulos rojos, plaquetas o
plasma).
Hace años se publicó en Italia
el hermoso saludo de una joven llamada Giusy Fiorica, enferma de talasemia. Giusy
murió cuando tenía 30 años, en marzo de 1992.
Giusy, como tantas otras personas que sufren la
talasemia, pudo mantenerse en vida durante años gracias a decenas y decenas de
donadores anónimos.
Aquí traducimos al español el
saludo de esta joven italiana, que muestra su gratitud a quienes la ayudaron en
el camino de su corta vida.
“Hola donante,
rostro desconocido a mis ojos
pero muy querido por mi
corazón:
dentro de mí también hay un
poco de ti,
periódicamente tu sangre
fluye en mi corazón.
Es una espléndida simbiosis la
nuestra:
si tú estás bien yo también
estoy bien,
y si yo estoy bien tú eres
feliz.
Pero, ¿qué puedo darte
por un regalo tan grande como
el tuyo?
¿Qué puedo darte...?
Sabes, los actos más grandes
no son los del heroísmo,
sino los que son como el tuyo:
pequeños pero al mismo tiempo
grandes,
al menos a mis ojos
y a los de cientos de jóvenes
como yo.
¡Me gustaría poder abrazar
a todos mis hermanos de sangre,
hombres y mujeres
desconocidos!” (Giusy Fiorica)