Comportamientos y vida
saludable
P. Fernando Pascual
25-4-2022
Desde la Antigüedad se ha
percibido claramente la relación entre los comportamientos y la salud, o la
falta de salud, de las personas.
Platón, en ese sentido,
denunciaba con frecuencia aquellos modos de comer y actividades que provocaban
daños en la salud, al mismo tiempo que exaltaba estilos de vida sobrios y
saludables.
El mundo moderno está lleno de
mensajes que invitan a una dieta sana y equilibrada, a realizar ejercicios y
paseos que ayuden al corazón y a los músculos, incluso a escoger posturas para
dormir que sirvan para la respiración y la espalda.
A pesar de que hay bastante
conocimiento sobre este tema, constatamos cómo muchas personas, con frecuencia,
realizan acciones y adoptan estilos de vida que van claramente en contra de la
salud.
El motivo de esto es fácil de
identificar: el placer que una comida concreta, o del tabaco, o de actividades
peligrosas, resulta tan poderoso que muchos prefieren el gusto del hoy y dejan
a un lado la salud del mañana.
Por desgracia, “la naturaleza
no perdona”, según un dicho tristemente famoso. Lo que hacemos o dejamos de
hacer tiene sus consecuencias, y comportamientos dañinos pasan la factura e
impiden alcanzar una vida saludable.
Tomar conciencia del papel que
tienen nuestras acciones y estilos de vida tiene que llevarnos a identificar
aquello que nos pueda dañar, para evitarlo, y aquello que nos beneficia, para
adoptarlo como guía para nuestras decisiones.
Algunas opciones parecerán
costosas, incluso contrarias a las presiones de familiares y amigos; pero el
beneficio de mantener una mente y un cuerpo sanos justifica aquellos
sacrificios que hagamos para conseguir una vida sana.
Luego, con la salud conservada
y mantenida, tendremos más fuerzas para orientarnos a lo que realmente importa:
ayudar a familiares y amigos, desarrollar con eficacia trabajos útiles para la
sociedad, y abrir nuestra existencia a la invitación de amar a Dios y a los
demás con todo el corazón y con un cuerpo sano.