Pensamiento moderno y
psicología del siglo XX
P. Fernando Pascual
22-1-2022
No es fácil alcanzar una
visión de conjunto sobre los caminos que ha seguido la psicología hasta
nuestros días. De todos modos, hay quienes han intentado elaborar una síntesis
que muestra elementos comunes en algunas de las propuestas psicológicas del
siglo XX.
Estas líneas ofrecen algunos
análisis iniciales de un libro publicado en 2020, en el que se busca
precisamente conocer signos característicos de varias tendencias de la
psicología moderna.
El autor del libro, el
italiano Roberto Marchesini, es psicólogo y
psicoterapeuta. Ha escrito varios volúmenes y colabora, además, en diversas
revistas.
El libro en el que ofrece su
investigación tiene como título Le vie della psicologia. Storia e tendenze contemporanee (Las
vías de la psicología. Historia y tendencias contemporáneas), publicado por Sugarco Edizioni (Milano 2020).
Tras dos capítulos iniciales,
dedicados el primero al mundo antiguo (sobre todo al pensamiento filosófico
griego), y el segundo a la cultura cristiana medieval, Marchesini
sintetiza, en el capítulo tercero, algunos elementos característicos del
pensamiento moderno.
René Descartes (1596-1650)
marca el inicio de la modernidad con su famosa tesis sobre la separación en el
ser humano entre el alma (que piensa) y el cuerpo (constituido por materia
medible matemáticamente).
Un paso decisivo para el
estudio de los fenómenos mentales con un cierto aire “científico” se dio con
Johann Herbart (1776-1841), que defendió la posibilidad de medir
matemáticamente no solo lo material, sino también lo que ocurría en la mente
humana.
Con Charles Darwin
(evolucionista) y Francis Galton (primo de Darwin interesado en varias
disciplinas), inicia el fenómeno del eugenismo, que aspiraba a promover mejoras
en la especie humana, también respecto de la inteligencia.
Para implementar el eugenismo,
resultaba importante tener un instrumento que fuera útil a la hora de medir el
coeficiente intelectual (IQ, según las siglas en alemán e inglés), lo cual fue
posible sobre todo gracias a William Stern (1871-1938).
Los diferentes autores y
corrientes analizados en el capítulo tercero de Marchesini
llevan a una serie de conclusiones, entre las que cabría destacar la siguiente:
el pensamiento moderno se desinteresa por completo de la metafísica, para
fijarse en lo material y medible, en lo que puede ser alcanzable por nuestros
sentidos (p. 40).
Ello tuvo una clara
repercusión en la psicología, que se vio reducida a estudiar las percepciones y
otros mecanismos biológicos, por ejemplo, los movimientos reflejos (p. 40).
Los siguientes capítulos del
libro de Marchesini muestran los errores y
consecuencias de un planteamiento inicial distorsionado, a través de diversos
análisis sobre autores y escuelas del siglo XX, entre los que destaca Sigmund
Freud (1856-1939).
Tales errores surgen sobre
todo de dos tendencias que surgen a partir del siglo XVII. Por un lado, la que
lleva a separar lo biológico de lo mental (Descartes). Por otro, la que busca
analizar lo mental como si fuera biológico y medible.
Solo cuando superemos esas dos
tendencias se evitarán graves reduccionismos de la psicología moderna, y se
fomentarán propuestas que respeten la unidad profunda en cada ser humano entre
su condición biológica y su espíritu inmortal.