Una petición a un periodista
P. Fernando Pascual
4-9-2021
El padre abad tenía, entre sus
amigos, a un periodista. En una situación de especial turbulencia y de
informaciones que iban hacia un lado y hacia otro, le escribió un mensaje que
era, en el fondo, una petición de ayuda.
“Te mando un saludo, esperando
que sigas bien de salud, así como toda tu familia. Te escribo estas líneas con
una petición de ayuda, que dirijo a ti, pero me gustaría ofrecer a otros
colegas tuyos.
Tú constatas, como tantas y
tantas personas, la confusión que nos rodea estos meses. Noticias que dicen una
cosa y lo contrario, opiniones que van a favor de un remedio, o a favor del
remedio opuesto.
Para colmo de males, algunas
páginas de Internet han impuesto una censura férrea contra ciertas posiciones
que, según mi parecer, serían plenamente legítimas en su sano debate y en una
situación compleja como la que estamos viviendo.
Por eso te pido, como
periodista y como amigo, una ayuda que no solo me beneficiaría a mí, sino a tantos
otros que observan la confusión reinante y el aumento de las tensiones en el
debate.
Te pediría que, ante cada
nuevo dato sobre este tema, tú y tus colegas investiguéis a fondo la fuente, su
veracidad, los contextos que la rodean, las implicaciones.
Igualmente, te pediría que
escuchases puntos de vista que tienen plenamente legitimidad en el debate,
porque ayudan a ir más a fondo en todo lo que rodea lo que estamos viviendo.
No sé si recuerdas aquellos
debates apasionados sobre si instalar más centrales nucleares o cerrar las que
siguen abiertas. O las discusiones, más recientes, sobre si las vacunas debían
ser opcionales u obligatorias.
Daba pena ver cómo algunos
usaban sofistas, desinformaciones, medias verdades, mentiras. Y daba alegría
encontrar mentes abiertas que escuchaban las reflexiones de otros y sabían
acogerlas en lo que pudieran servir para enriquecer las perspectivas.
Si tú y muchos otros
periodistas saben recoger datos, escuchar lo que dicen unos y otros, ampliar
las implicaciones detrás de cada opción, será posible que el gran público
empiece a tener un panorama más completo de lo que ocurre y de lo que está en
juego para el presente y para el futuro.
Sé que no resulta fácil
trabajar así, pues muchas veces las prisas, la presión de algunos grupos,
incluso ciertos prejuicios ideológicos, llevan a algunos periodistas a
descalificar a algunos, vistos como enemigos, y a exaltar a otros, que serían
presentados como paladines de la verdad.
Estoy seguro de que en ti hay
una vocación genuina al sano periodismo, capaz incluso de ir en contra de lo
que te quieran imponer tus jefes o quienes les presionan para ocultar ideas que
van contra sus intereses.
Por eso, si tú y otros
empezáis a ir a fondo en estos temas, que implican tanto para el presente y el
futuro de nuestro país y, en ocasiones, del mundo entero, seguro de que habrá
un mayor acceso a la información, y los que somos vuestro público tendremos a
la mano una excelente ayuda para comprender mejor lo que pasa.
Te dejo con esta petición que,
seguramente, encontrará en ti la acogida adecuada, porque conozco tu honestidad
y tu esfuerzo en esa tarea que has escogido: ser un profesional del mundo de la
noticia.
Un saludo a tu esposa y a los
hijos. Pídele a Dios por mí, para que sea un buen sacerdote. Yo pido por ti. Un
abrazo en el Señor. Tuyo...”