Dante como poeta católico
P. Fernando Pascual
20-2-2021
Este año 2021 se celebra el
VII centenario de la muerte del gran poeta italiano, Dante Alighieri (fallecido
en Ravena el 15 de septiembre de 1321).
Este aniversario merece la
atención de la comunidad católica. Para ello, puede ser de ayuda ver cómo
varios Papas han alabado a autor de la “Divina comedia”.
Nos fijamos, primeramente, en
lo que escribió el Papa Benedicto XV, el año 1921, cuando se cumplía el VI
centenario de la muerte de Dante. Benedicto XV publicó una encíclica dedicada
por entero a este aniversario, con el título “In Praeclara
Summorum”.
La encíclica de 1921 se fija
en la condición católica de Dante y en su enorme cultura. El famoso poeta
conocía muy bien el pensamiento de santo Tomás de Aquino, la Biblia, algunos
textos de Santos Padres. Poseía una enorme cultura, lo que le permitía, con su
ingenio privilegiado, expresarse sobre numerosos temas con gran competencia.
De modo especial, recordaba el
Papa Benedicto XV, la “Divina comedia” (que originalmente se llamaba
simplemente “Comedia”), buscaba “glorificar la justicia y la providencia de
Dios que gobierna el mundo en el tiempo y en la eternidad, premia y castiga a
los hombres, sea de modo individual, sea en comunidad, según sus respectivas
responsabilidades”.
Además, continuaba el Papa, en
este poema resplandece la majestad de Dios, Uno y Trino, junto con la
Redención. Igualmente, se evidencia la bondad de la Virgen María, la gloria de
los santos y de los ángeles.
Desde luego, Benedicto XV
reconoce que Dante expone ideas sobre el mundo que la ciencia moderna ha
superado. Pero, corregida en lo necesario su visión cosmológica, siguen en pie
enseñanzas que valen para nuestro tiempo.
En concreto, el Papa subraya
las siguientes: el amor a las Escrituras y a los concilios, el interés por los
Santos Padres, la aceptación de la autoridad de la Iglesia, especialmente la
del Romano Pontífice.
La encíclica no oculta las
críticas que Dante dirigió hacia algunos Papas (Dante coincide con el tiempo en
el que los Papas viven en Aviñón). Pero explica que tales críticas nunca le
apartaron del amor a la Iglesia .
Por eso, en la “Divina comedia”
brilla la fe, sostenida desde principios religiosos. En el gran poema de Dante
encontramos “un verdadero tesoro de doctrina católica; es decir, no solo el
jugo de la filosofía y de la teología cristiana, sino también el compendio de
las leyes divinas que deben regir el orden y la administración de los Estados”.
Los contenidos del poema están
acompañados por una manifiesta belleza artística, que todavía hoy inspira a
muchos, y que ha ayudado a algunos lectores o estudiosos de la “Divina comedia”,
como recuerda el Papa, a acoger la fe católica.
La principal alabanza que se
puede hacer a Dante consiste precisamente en reconocerlo como poeta cristiano,
que supo “cantar con acentos casi divinos los ideales cristianos de los cuales
contemplaba, con toda el alma, la belleza y el esplendor, comprendiéndolos
admirablemente, y de los cuales él mismo vivía”.
Hacia el final de esta breve
encíclica (que cumple 100 años), Benedicto XV invitaba a un adecuado estudio de
la “Divina comedia”, según los fines que el mismo Dante tenía en mente y que
describió en una de sus cartas: “levantar a los mortales del estado de miseria”,
y conducirlos “al estado de la beatitud”.
La encíclica de 1921, en
resumen, invitaba a los miembros de la Iglesia a descubrir en Dante un poeta
católico y a reconocer cómo el ingenio humano se enriquece y se potencia desde
la fe convencida y apoyada por un amplio estudio de las ciencias profanas
(especialmente la filosofía) y, sobre todo, de la Biblia, los Concilios y los
Santos Padres.