EL VERDADERO NOMBRE DE DIOS
Padre Arnaldo Bazán
El verdadero nombre de Dios, en el
Antiguo Testamento, era Yahveh, que se escribía con cuatro consonantes, pues en
el hebreo no existen vocales.
Estas cuatro consonantes eran
llamadas el TETRAGRAMATON, (YHWH), y se traduce como “Yo soy el que soy”.
Este nombre no fue un invento de
los israelitas, sino que fue el propio Dios quien se lo dio a Moisés, cuando se
le apareció junto al monte Horeb.
Dice la Escritura: Dijo Dios a
Moisés: “Yo soy el que soy”. Y añadió: “Así dirás a los israelitas: "Yo
soy" me ha enviado a ustedes. Siguió Dios diciendo a Moisés: “Así dirás a
los israelitas: Yahveh, el Dios de sus padres, el Dios de Abraham, el Dios de
Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a ustedes. Este es mi nombre para
siempre, por él seré invocado de generación en generación” (Exodo
3, 14-15).
Hubo un tiempo en que pronunciar el
nombre Yahveh (YHWH) estuvo prohibido. Parece ser que a partir del siglo III
a.C. se pasó a usar más el nombre Elohim, que
significa “Dios”, para que apareciera ante los paganos de Grecia o Roma como el
único y verdadero Dios de todo lo creado.
De ahí que, desde entonces, también
se creyera que el nombre Yahveh no debía pronunciarse. Y cuando en el texto
hebreo aparecía el tetragramaton (YHWH) se decía “Adonai” que significa “Mi Señor”.
Cuando el Antiguo Testamento fue
traducido al griego, en el siglo III a.C., por setenta y dos sabios judíos
reunidos en la ciudad de Alejandría, se tradujo “Adonai”
por Kyrios, es decir, Señor.
Un grupo de estudiosos judíos
llamados masoretas, trataron, entre los siglos VI y X d.C., de restaurar el
texto original hebreo, y para indicar que cuando apareciera el “tetragramaton” debía decirse “Adonai”,
pusieron entre las cuatro consonantes unos punticos (conocidos como puntos
masoréticos), correspondientes a las vocales de “Adonai”.
De ahí surgió el híbrido Jehová.
¿Por qué entonces muchos, durante
largo tiempo, han usado el nombre de Jehová?
Pues fue por ese error que se
cometió hace varios siglos. Y el nombre de Yahveh fue sustituido por el de
Jehová, que todavía muchos usan hoy.
Pero en los dos últimos siglos, los
expertos o exegetas, tanto católicos como protestantes, han vuelto al uso de Yahvéh, y así debía ser usado si se quiere hablar
correctamente.
Claro que los errores cuestan
trabajo ser corregidos. Por otro lado, y esto es muy importante señalarlo, en
el Nuevo Testamento nunca aparece el término Yahveh. Es decir, que ese nombre,
como tal, nunca fue usado por los cristianos, a no ser al principio mismo, en
que prácticamente todos eran judíos.
Por tanto, si bien podría
admitirse, aunque impropiamente, el uso de Jehová en el Antiguo Testamento,
sería un error colosal que los cristianos llamemos a Dios con el nombre de
Yahveh o Jehová que no aparece en ningún texto del Nuevo Testamento.