Amantes de la verdad
P. Fernando Pascual
20-2-2021
Amamos la verdad porque nos
ayuda a comprender el mundo, a tomar buenas decisiones, a relacionarnos con los
otros de modo adecuado.
Las compras en línea son un reflejo
sencillo de este hecho, por ejemplo, cuando buscamos online una buena máquina
de afeitar.
Vemos la descripción del
producto. Leemos, cuando existen, los comentarios, que muchas veces son
contradictorios.
“Esta máquina de afeitar es
óptima en su precio y en su calidad. Estoy muy satisfecho por haberla comprado”.
“Estamos ante uno más de los
fraudes en ventas online. Prometen que la máquina tiene baterías, cuando son de
pésima calidad. El motor hace un ruido insoportable”.
“El producto llegó
puntualmente a casa. Empecé a usarlo y al inicio noté que el afeitado era
bueno. Luego descubrí que no servía mucho si me había dejado crecer la barba
más de un día”.
“Para casos de emergencia, es
una buena máquina de afeitar. Pequeña, fácil en su manejo. Pero quien prefiera
un producto de calidad, mejor vea esta otra maquinilla...”
La pluralidad de opiniones y
comentarios puede crear incerteza: mejor buscar una máquina de afeitar que
tenga solo comentarios positivos.
Pero incluso si todos los
comentarios fueran de alabanza, surgiría dentro de nosotros la pregunta: ¿no
serán intervenciones inventadas o pagadas por la empresa para engañar a los
compradores?
Lo que se refiere a este
ámbito (compras en línea) vale para muchos otros asuntos, sobre todo para los
más importantes.
¿Voy a este hospital o a otro?
¿Consulto al doctor X o al doctor Y? ¿Dejo los ahorros en el banco de la
esquina o en el que está más lejos y tiene mejor atención a los clientes?
Sobre todo, para temas como la
ética, las opciones de fondo de nuestra vida, lo que exista tras la muerte, las
preguntas sobre Dios, tenemos un interés mayor por evitar errores y por
acercarnos a la verdad.
Somos amantes de la verdad
porque la necesitamos para pensar bien y para actuar mejor. Entre dudas, no
podemos tomar decisiones seguras. Entre errores, más de una vez tendremos que
lamentar haber perdido tiempo, dinero, salud.
Hoy surgirán ante mí nuevos
temas de interés. Buscaré buenas ayudas para resolver mis dudas. Ordenaré mi
mente para analizar con calma cada respuesta que me ofrezcan.
Sobre todo, pediré a mi
corazón que no tome decisiones apresuradas, sino que en cada asunto importante
aprenda a esperar el tiempo que haga falta para avanzar, aunque solo sea un
poco, en el camino que nos permite conocer mejor la verdad sobre este asunto
que tanto me interesa.