Apoyarse en Dios
P. Fernando Pascual
19-12-2020
A veces buscamos apoyos en lo
humano para afrontar las diferentes dificultades de la vida.
Nos apoyamos en los progresos
de la medicina, pues esperamos que gracias a ella serán curadas tantas
enfermedades y aliviados tantos dolores.
Nos apoyamos en los avances
tecnológicos, que prometen nuevas posibilidades y un acceso inimaginable a
información, música, películas y todo tipo de variedades.
Nos apoyamos en un candidato
que parece honesto y verdaderamente interesado en la justicia y el bien de
todos, y esperamos que llegue a gobernar y a hacerlo bien.
Nos apoyamos en un familiar o
un amigo que nos han dicho que siempre estarán a nuestro lado, que no nos
dejarán solos si falta trabajo, dinero o consuelo.
Pero con el pasar de los años,
y tras no pocos desengaños, nos damos cuenta de que los apoyos humanos tienen
sus límites, que muchas veces son insuficientes, y que en ocasiones habíamos
sido engañados.
El médico se rinde ante una
enfermedad. La técnica en ocasiones nos esclaviza, en vez de liberarnos. El
candidato llega a presidente y el país sufre un desastre inimaginable. Y el
familiar o el amigo nos dan la espalda cuando más necesitábamos de su ayuda.
Sin tener que sufrir un duro
golpe, con un poco de realismo y un mucho de fe seremos capaces de reconocer
que el único apoyo válido, completo, definitivo, es Dios.
Porque Dios es capaz de curar
el terrible mal del pecado. Porque el Padre nos ha dado en su Hijo al verdadero
Amigo y al Salvador de los hombres. Porque solo en Cristo existe la posibilidad
de vencer el terrible desenlace de la muerte.
Apoyarse en Dios: lo necesito
en cada momento de vida, quizá de modo más intenso en esta hora del mundo y de
la Iglesia. Apoyarse en Dios desde la oración, con humildad, y con una
esperanza que alcanza a reconocer la fuerza indestructible del Bien y del Amor.