COMENTARIOS AL EVANGELIO DE SAN MATEO

CAPÍTULO SÉPTIMO: 11

Padre Arnaldo Bazán

“Muchos me dirán aquel Día: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?" Y entonces les declararé: "¡Jamás los conocí; apártense de mí, agentes de iniquidad!"(7,22-23).

¡Qué sorpresa se llevarán algunos cuando lleguen ante el tribunal de Dios!. Allí todo lo oculto quedará descubierto. Es posible que muchos, a los que se tenía por buenos, sean rechazados.

De los otros seres humanos podemos ocultarnos, pero no de Dios. Y El pedirá cuentas de acuerdo a lo que hayamos recibido.

Por supuesto que será indulgente y misericordioso, pero dará a cada uno lo que le corresponda.

A este respecto decía san Agustín que él temblaba al pensar en el juicio, porque además de su vida como cristiano, tendría que dar cuentas también de su labor como obispo.

Hay una frase consoladora en la carta de Santiago, sobre todo para aquellos que han practicado misericodia con sus prójimos. Dice el apóstol: "La misericordia se ríe del juicio" (2,13). Pero en la primera parte de ese mismo versículo afirma: "Tendrá un juicio sin misericordia el que no tuvo misericordia".

Esta frase no es más que un comentario a lo que nos dice Jesús en los versículos que comentamos. Jesús es la viva proyección del amor de Dios por nosotros. Así comenta Juan en su evangelio: "Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él" (3,16-17).

Eso no significa tampoco que podamos abusar de ese amor y misericordia que el Señor nos ofrece. Y Jesús nos dice que, por haber recibido mucho, se nos exigirá mucho más que a los que no han tenido la oportunidad de ser en esta vida sus amigos.

Fijémonos que el Maestro menciona tres carismas o dones del Espíritu Santo, como son el profetizar, expulsar demonios o hacer milagros. Es de suponer que quienes tienen estos dones es porque están muy cerca del Señor y han sido escogidos para ser instrumentos suyos.

:Si se nos ha llamado para ser “agentes”, es decir, instrumentos de salvación para otros, y nos convertimos en “agentes de iniquidad”, mereceremos ser apartados, pese al amor que Dios nos ha demostrado. Como dice Pablo: “El que crea estar en pie, mire no caiga” (1a. Corintios 10,12).