COMENTARIOS AL EVANGELIO DE SAN
MATEO
CAPÍTULO
SEXTO: 7
Padre
Arnaldo Bazán
“Cuando
ayunen no anden cariacontecidos como los hipócritas, que desfiguran su rostro
para que la gente vea que ayunan. Les aseguro que ya han recibido su
recompensa. Tú, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, de modo
que nadie note tu ayuno, excepto tu Padre, que está en lo escondido. Y tu
Padre, que ve hasta lo más escondido, te premiará”(Mateo
6,16-18).
Hacer las cosas para que la gente
las vea es lo que hace realmente una gran parte de la humanidad.
Nos dejamos dominar por las modas
para no quedar como ridículos ante los demás. Nos preocupamos pensando en lo
que vamos a hacer para ser aceptados. ¡Cuántas angustias para tan poca cosa!
Y ¡cuántos pecados se cometen por
el respeto humano! Que si me miran, que si me critican, que si no les caigo
bien.
La vanidad dirige la vida de muchísimas
personas, y eso hasta dentro de las iglesias. No son pocos los que donan algo
con tal de que sus nombres aparezcan grabados en puertas, bancos y ventanas,
para que todo el mundo conozca de su generosidad.
Hay quienes no darían nunca nada a
los pobres si no fuera porque tienen la oportunidad de aparecer en los
periódicos, de ser alabados y reconocidos. Lo malo, para ellos, es que “ya
recibieron su recompensa”.
¡Es triste que haya gente que esté
cambiando la eterna felicidad por las alabanzas y los aplausos que reciben en
la tierra!
A la hora de la verdad van a salir
a relucir los que verdaderamente han sido caritativos y generosos, aquellos que
no buscaron el aplauso sino solo demostraron el amor por sus hermanos
necesitados, hijos también del mismo Padre.
A la hora de la verdad se sabrá
quién era realmente bueno, pues aquí en la tierra hemos creado un tal
espectáculo que los malos aparecen como buenos y éstos como malos. No se trata
de hacer cosas, sino hacerlas de corazón.
Que el ayuno, la limosna y todas
las obras de misericordia nada valen si no están acompañadas de una sana
intención.
Solo el que ve en lo más escondido
podrá juzgarnos para dar a cada uno según sus obras.