COMENTARIOS AL EVANGELIO DE SAN
MATEO
CAPÍTULO
QUINTO: 3
Padre Arnaldo
Bazán
“Bienaventurados
los que tienen hambre y sed de la justicia,porque
ellos serán saciados” (5,6).
Tener hambre y sed de algo
significa desearlo ardientemente.
En la Biblia justicia es sinónimo
de santidad. El justo es aquel que cumple los mandatos de Dios.
La justicia es una de las cuatro
virtudes llamadas cardinales, porque son como pilares en la vida de un
cristiano.
Es tan importante la justicia que
sin ella no puede existir la caridad. Si una persona ama de verdad siempre
supera los términos de la justicia.
En general la justicia se puede
definir como dar a cada uno lo que le corresponde. Para decirlo con un ejemplo,
si uno debe pagar cincuenta pesos a alguien por su trabajo, y lo hace, está
cumpliendo con la justicia. Pero si uno descubre que esa persona está en gran
necesidad y, por eso, en vez de cincuenta le da más, estará superando la
justicia con su amor hacia esa persona.
Si sólo cumpliéramos con la
justicia estaríamos ya dando un gran paso para resolver los problemas del
mundo.
Lamentablemente son muchos los
seres humanos que tratan de sacar ventaja de la condición inferior de sus
semejantes, lo que les lleva a abusar de los mismos.
Las revoluciones han sido
provocadas, casi siempre, por las injusticias. Así ha ocurrido también con las
guerras de indepen-dencia. Los poderosos explotan a
los débiles. Unas naciones quieren imponerse sobre otras.
No todas las revoluciones son
malas. Cuando se descubrió el poder del vapor de agua y se construyeron
fábricas que lo usaban, aumentando así la producción de diversos artículos, se
produjo lo que se llamó la “Revolución Industrial”.
En sí era algo muy bueno, pero que
trajo consigo la explotación de los trabajadores, pues se les hacía trabajar
por una paga miserable que no alcanzaba para cubrir sus necesidades. Esto, a la
larga, trajo consigo otra revolución, que si bien estaba más que justificada,
creó otro tipo de condiciones que esclavizaron a los hombres bajo el sistema
llamado comunismo.
Jesús quiere que todos seamos
justos, reconociendo el derecho de los demás a recibir lo que les corresponde.
Cuando abusamos de otro al que consideramos inferior, estamos cometiendo una
injusticia.
Si todos tuviéramos hambre y sed de
justicia, como enseña Jesús, la humanidad sería totalmente diferente.
Arnaldo Bazán