COMENTARIOS AL
EVANGELIO DE SAN MATEO
CAPÍTULO TERCERO: 4
Padre Arnaldo
Bazán
"Acudía entonces a él Jerusalén, toda Judea y toda la
región del Jordán, y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados"
(3,5-6).
El desierto donde Juan predicaba era un lugar inhóspito, pero
no lo figuremos como un arenal, pues no lo es, sino que el terreno es abrupto,
no hay casi vegetación pues es muy pedregoso.
Pero de alguna manera la gente se las arreglaba para llegar
hasta allá. Ademas, Juan había escogido un lugar de
más fácil arribo, a orillas del Jordán, para en sus aguas realizar lo que él
concebía como un bautismo de penitencia.
Aunque no se le llamara así, los judíos estaban acostumbrados
a usar el agua como medio de purificación espiritual. Así los sacerdotes tenían
que lavarse manos y pies antes de ejercer su oficio ante el Señor. Así leemos
en Exodo 40,30-32: "Situó la pila entre la
Tienda del Encuentro y el altar, y echó en ella agua para las abluciones;
Moisés, Aarón y sus hijos se lavaron en ella las manos y los pies. Siempre que
entraban en la Tienda del Encuentro y siempre que se acercaban al altar, se
lavaban, como Yahveh había mandado a Moisés".
También había un baño ritual para aquellos que, sin ser
israelitas, eran admitidos como prosélitos en la religión de Moisés. Esto
pertenecía a disposiciones que no se encuentran en la Biblia.
Cerca de donde Juan vivía y predicaba, en Qumrân,
existía por aquellos tiempos una comunidad de judíos varones que vivían como
monjes. Allí se practicaba la penitencia y se usaban baños rituales, como se ha
sabido después del descubrimiento de documentos que pertenecían a dicha
comunidad.
¿Se inspiró Juan en ellos? ¿Perteneció alguna vez a dicha
comunidad? Sobre eso se ha especulado mucho, pero si bien Juan debió estar
enterado de su existencia, no parece que su predicación tuviera que ver con lo
que allí se practicaba. El había sido escogido por
Dios y Este le había rebelado la finalidad de su
misión.
La expresión del evangelista de que toda Judea, Jerusalén y
la región del Jordan acudieron donde Juan es una
forma de decir que fueron muchos los que se movilizaron, pues con la esperanza
que tenían de la venida del Mesías, pudieron figurarse de que por fin había llegado.
No se trataba, además, de una mera curiosidad, aunque algunos
quizás fueron movidos por ella. Juan predicaba la conversión, el cambio de
vida, la admisión pública de los pecados para poder recibir el bautismo que él
les proporcionaba. Ya les explicaría el que sólo era una preparación para lo
que vendría después.
Arnaldo Bazán