DIOS Y EL CORONAVIRUS
Lucio
del Burgo OCD
Ha
sido una experiencia única. La cuarentena por el coronavirus. Nunca habíamos
tenido que estar en casa sin salir a la calle. Nunca nos habíamos tenido que
privar de la Eucaristía del domingo. Las autoridades han tenido que hacer un
gran esfuerzo para retener a la gente en casa.
Una
primera lección. Dios no nos abandona, siempre será un Dios con nosotros. En la
historia que estamos viviendo estos días no podemos olvidar esta gran verdad
que nos enseñan las primeras páginas de la Biblia. Dios está presente en la
historia concreta de su pueblo.
No
somos mejores que los no creyentes, indiferentes y ateos. Pero hemos tenido la
suerte de tener fe y confianza en Dios. Y esto marca la diferencia en nuestra
vida. Sufrimos con los demás, no somos mejores que los que nos rodean. Pero
hemos tenido la gracia de creer en un Dios que es misericordia y compasión. Y
que además no es indiferente a nuestro dolor y nuestra fatiga. ¡Él sufre con
nosotros! Le afecta nuestro sufrimiento. Esta realidad no es un calmante que
nos suprime el dolor pero da esperanza y alegría de vivir. Por eso es bueno y
saludable creer en Dios.