Amigos en la búsqueda de la verdad

P. Fernando Pascual

14-3-2020

 

La verdad es como una luz amiga, con la que somos capaces de tomar buenas decisiones de la vida.

 

No resulta fácil encontrar la verdad. Por eso buscamos compañeros y amigos de camino que nos orienten hacia ella.

 

Entre esos amigos contamos con maestros, consejeros, compañeros en un grupo de estudio, y tantas otras personas que ayudan con su saber.

 

Pero los maestros de la tierra son limitados. Ofrecen ayudas contingentes, en ocasiones con pequeños errores. Otras veces resulta difícil sintonizar con ellos, pues no todos logran salir de sí mismos para dar una mano a otros.

 

Buscamos, entonces, un Maestro pleno. Y ese solo puede ser Cristo, el Hijo de María e Hijo del Padre.

 

Los demás maestros son buenos en tanto en cuanto están cerca de Cristo. De Él reciben una luz que luego pueden transmitir. Ayudan a otros porque antes han sabido dejarse ayudar.

 

Por eso, da alegría llegar a encontrar un maestro, humilde, sencillo, cercano al Señor, que sepa unir santidad de vida, amor a la verdad y empatía con quienes acuden a pedir ayuda.

 

Pedimos a Dios, de corazón, que sostenga e ilumine a todos aquellos que, desde sus conocimientos, llegarán a ser buenos amigos de otros en el trabajo continuo por la búsqueda de la verdad.