La flexibilidad en el Ajedrez
¿Ser transigente o intransigente?
Pbro. José Martínez Colín
1) Para saber
Se
cuenta que durante una noche el vigía de un barco le dio aviso a su comandante de
que se acercaban peligrosamente a una luz. El capitán giró instrucciones para
que se comunicaran con esa nave y le ordenaran que modificaran su rumbo. Así lo
hicieron, pero le dijeron: “Nos dicen que seamos nosotros los que cambiemos el
rumbo”. El almirante enfurecido ordenó: “Dígale que les habla uno de los comandantes
de más alto rango de su majestad: ¡el mismísimo almirante Sir Percy Williams!”.
Así lo hicieron y volvieron con la respuesta: “Nos dice que no importa. Quien
habla es un marinero de segunda llamado Tom Smith y quiere que nosotros
cambiemos el rumbo, pues ya estamos cerca de la colisión”. El almirante no
cabía en su enojo y mandó: “Dígale que tenemos una embarcación de 45 mil
toneladas, que se aparten inmediatamente”. Volvieron con la respuesta: “El
marinero Tom Smith nos dice que si no queremos estrellarnos con un faro de
muchas toneladas, más nos vale cambiar el rumbo”. “Cambiemos el rumbo”, reconoció
el almirante.
Muchas
veces una intransigencia nacida de la soberbia nos lleva a descartar a quienes
piensan distinto a nosotros, y nos imposibilita para el diálogo. El Papa
Francisco reflexionando sobre la figura de San Pablo, decía que el joven Saulo
aparece intransigente con los que piensan diferente a él considerándolos sus enemigos.
Pero el encuentro con Cristo le dará una nueva mirada hacia Dios, hacia sí
mismo y hacia los demás, que de enemigos se convertirán en hermanos en Cristo.
Así, Saulo llegará a ser San Pablo, el gran evangelizador
2) Para pensar
Un
autor, Chiesa, comparaba a las personas con las piezas de un ajedrez, en donde el
poder de las piezas radica en su flexibilidad, según las reglas del juego: el
Peón es la pieza más débil porque no tiene flexibilidad, sólo puede moverse de
uno a uno hacia delante, sin poder rectificar su recorrido. Luego está el
Caballo y el Alfil: éste no puede cambiar de color, pero sí desplazarse muchas
casillas, mientras que aquél puede cambiar de color pero avanzar poca
distancia. La Torre es más flexible en cuanto que puede cambiar de color y a lo
largo de todo el tablero, aunque solo rectamente. La Reina es la más poderosa
por tener máxima flexibilidad.
Pensemos
si somos rígidos e inflexibles con quien piensa distinto de nosotros, pues
podríamos estar dificultando la convivencia.
3) Para vivir
Comenta
el Papa Francisco que Saulo llegó ser transigentes con los demás al ser
transformado por Cristo, y llegará a enseñar “que no debemos luchar contra las
personas, sino contra el mal que inspira sus acciones”. Con las personas, ser
transigentes, pero ante la verdad, en cambio, no cabe la transigencia.
Hablaba
San Josemaría de ser transigente con las personas, pero intransigentes para
defender la verdad, a la cual llamaba “santa intransigencia”. La verdad se
defiende, así como no está mal en ser intransigentes en defender que “2 +2 = 4”.
Si un amigo me dijera que “2+ 2 = 3”, ahí no puedo transigir. A ese amigo, no
lo desprecio, se le respeta, pero sin aceptar el error. Por ello, intransigente
con la verdad, pero transigente con las personas.