La vida que ahora tenemos
P. Fernando Pascual
20-8-2019
Al mirar la trayectoria de la
propia vida, al ver el presente que ahora la caracteriza, algunos sienten
cierta pena, incluso frustración.
Se dan cuenta de que lo que
hacen, lo que tienen, lo que constituye su existencia concreta, no les
satisface.
Entonces miran hacia el
pasado, buscan bifurcaciones y momentos decisivos, y suponen que todo podría
haber sido mejor si pudieran cambiar la propia biografía al haber decidido de
otra manera.
Quizá tienen razón al pensar
así: si uno se equivocó en la carrera elegida, en la ciudad escogida para
vivir, en los "amigos" acogidos que luego le dañaron, es obvio que
con decisiones diferentes el panorama habría sido menos negativo.
Pero lo pasado ha quedado atrás
y sus huellas no pueden ser borradas. Tenemos un presente que, guste o no
guste, es ahora el subsuelo y el horizonte de nuestras posibilidades reales. Y
ese presente depende, aunque no está totalmente condicionado, del pasado.
Por eso, en vez de lamentar lo
que hicimos y de quejarnos por la herencia dejada por algunas de nuestras
decisiones, podemos preguntarnos: ahora, en esta situación, ¿qué posibilidades
de bien quedan ante mis ojos y mi corazón?
No podemos perder tantas
ocasiones de amar que, a pesar de límites y heridas del pasado, están ante
nosotros desde la vida que ahora tenemos, desde las ayudas y consejos de tantas
personas buenas.
Sí, quizá muchas cosas serían
más fáciles y menos problemáticas con otra historia. Pero eso no es seguro,
pues también resulta posible que aquella otra alternativa, que imaginamos como
buena, podría haber sido acompañada por riesgos que ahora no intuimos, habría
tenido sus propios daños y heridas.
Dios, no acabamos de
comprender por qué, ha permitido que nuestra historia sea la que ha sido, con
sus momentos buenos y con sus dificultades y problemas. Ahora nos ofrece un
presente único, irrepetible, abierto a tantas posibilidades.
Por eso le pedimos a Dios, que
es Padre bueno, que ilumine nuestra mente para ver el bien que nos pide en este
día, y que dé fuerzas a nuestra voluntad para que acometamos lo justo, noble y
bello que resulta posible desde esos instantes que ahora tenemos en nuestras
manos...