Ir a los argumentos
P. Fernando Pascual
1-7-2019
Algunos medios informativos y
algunas personas concretas buscan describir cómo son las personas o los grupos
que defienden a determinados líderes mundiales, o cómo son los que los atacan.
Este tipo de análisis resulta
interesante para mostrar de dónde llegan las alabanzas o las críticas hacia
personas que defienden proyectos de mayor o menor relevancia.
Pero no basta con decir
quiénes aplauden o quienes critican unas propuestas, sino que lo importante siempre
está en ir a los argumentos y temas de fondo.
Por ejemplo, decir que los
grupos empresariales están a favor de una reforma laboral, y que los sindicatos
están en contra, ayuda a entender un poco en qué sentido tal reforma es vista
por unos y otros, pero no es suficiente para conocer si tal reforma sería o no
sería justa.
En tantos temas humanos, más
allá de ver quiénes apoyan una tesis y quiénes defienden la contraria, hay que
ir al fondo de cada cuestión: ¿qué valores, qué principios, qué ideas están en
juego?
Desde luego, las adhesiones y
los desprecios suelen desvelar en parte cómo son las ideas que están detrás de
ciertas propuestas. Pero a veces hay adhesiones y desprecios basados en
prejuicios, en errores de perspectiva, o simplemente en falta de información,
que pueden desviar la atención y no ir a lo esencial en temas de importancia.
Ir a los argumentos, por lo
tanto, es siempre uno de los requisitos para que cualquier debate serio vaya en
profundidad. Entonces será posible avanzar un poco hacia los motivos a favor o
en contra de cada tesis, y llegar a decisiones que, esperamos, puedan promover
el bien común, la justicia y los derechos fundamentales de todos.