Valentía cristiana
P. Fernando Pascual
7-6-2019
La valentía caracteriza al
seguidor de Jesucristo. Esa valentía no surge desde la confianza en uno mismo,
o desde ideas sin fundamento, o desde el apoyo de millones de bautizados.
La valentía cristiana surge
desde las mismas palabras de Cristo, que nos invita a no tener miedo, a
confiar, a lanzarnos a difundir su mensaje desde las terrazas.
El mundo, ciertamente, ha
odiado y odia a quienes forman parte de la Iglesia católica, a quienes siguen
al Maestro, a quienes acogen su Evangelio de justicia, de paz, de misericordia.
Pero el odio del mundo y la
rabia de los enemigos de la cruz de Cristo no provocan miedo en quienes
construyen su vida sobre la Roca, bajo la luz y la fuerza que viene del
Espíritu Santo.
Por eso, ante confusiones
deliberadas, ante modas paganas, ante amenazas e insultos, incluso ante
agresiones y cárceles, los católicos cuentan con un "plus" que viene
de Cristo y que permite llegar al heroísmo.
Gracias a miles de cristianos
valientes, convencidos, generosos, incluso mártires, la fe se ha transmitido a
lo largo de los siglos. Gracias a esos cristianos (y ojalá todos los bautizados
pudiéramos vivir así) se hace visible la acción de Cristo en la historia.
Habrá, como ha habido en el
pasado, momentos de debilidad, incluso caídas. Pero quien dejó entrar el miedo
en su alma, como Pedro cuando negó al Maestro, puede arrepentirse y
reencontrar, con la misericordia, un motivo para volver al buen camino.
Con la mirada puesta en
Cristo, desde la compañía de la Virgen María y de tantos y tantos santos,
podemos dejar a un lado miedos y egoísmos que paralizan. Entonces correremos
llenos de entusiasmo, porque tendremos la valentía de la fe, la fuerza de la
esperanza y el fuego de la caridad.