USAR Y TIRAR
Padre Pedrojosé Ynaraja
La preciosa marisabidilla Mafalda
dice en una de sus tiras cómicas a alguien que al ver pasar a cierta persona
joven de nuestro tiempo, que por su pinta tanto pudiera ser un okupa, como un
político o un futbolero, que viste indumentaria al efecto, el tal biempensante,
pues, dice “Esto es el acabose” a lo que le replica nuestra protagonista: “esto
es el continuose, del empezose
de ustedes”.
Me desplazo a otro terreno, ya
volveré más tarde. Para ganar tiempo y facilitar las cosas, se he impuesto en
la vida práctica la utilización de objetos o mecanismos de un solo uso. Usar y
tirar es la regla. Destruimos útiles, o los condenamos al exterminio o al
abandono. El resultado es la obturación de conducciones, de estrecho o gran
calibre, y la contaminación de las aguas, superficiales y marinas, con el
consiguiente resultado de asimilar nosotros, sin pretenderlo, metales pesados,
minúsculas porciones de plástico no digerible etc. etc.
Se ha usado un plato, una cuchara,
un papel absorbente para el cutis y de inmediato se tira, es lo más cómodo.
Pronto en toda la Unión Europea tal proceder estará prohibido.
Vuelvo a los inicios. La actualidad
permite y facilita numerosos encuentros. Cada persona vale para algo, sabe
algo, o posee algo, que me puede resultar útil. No hace falta preámbulos, las
redes minimizan la necesidad de saludos despedidas y compromisos. Uno o varios
emoticones son suficientes. Los encuentros en simposios, asambleas, viajes y
locales son ocasiones muy propicias para aprovecharse uno de la riqueza,
material o espiritual, de los demás, convivir en aparente amistad y conseguido
lo que se desea, después, si te he visto no me acuerdo.
Los hombres no son islas, es
preciso compartir, la oración en común, la consulta, la amistad ¿en qué queda?
No dispongo de tiempo para buscar y
ofrecer literalmente lo que leí escribía Teresa de Lisieux a una familiar que
pensaba entrar en el Carmelo. Le decía ilusionada: cuando estemos juntas,
nuestra oración no subirá al Señor sumada como ahora, su valor se multiplicará.
En realidad no era otra cosa que aplicar la enseñanza del Señor: si dos de
vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre…
Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de
ellos. (Mt 18, 19-20).
Pero no, hay gente esencialmente
chupona, su inicial contacto nos puede ilusionar, pensando en posible amistad,
que lo aparenta, engañándonos a nosotros mismos. Comprueba uno después, que
solo han estado con uno, para provecharse, y cuando ya no saben que conseguir,
desaparecen.