La
deuda externa compromete a los presidentes
Martha Morales
Los líderes quedan atrapados en la
telaraña del endeudamiento lo que les garantiza su lealtad. A cambio ellos consolidan
su posición política.
Ningún país o grupo de países puede
prosperar a la larga explotando a los demás.
Todo empezó con la manipulación a Irán
en 1953, Los gringos vieron que la manipulación fue fácil y barata. Esto
estableció un nuevo camino en la manipulación de los países, para crear un
imperio. Al principio el trabajo lo hizo un agente de la CIA, con credencial
oficial, pero luego el gobierno de Estados Unidos vio que era peligroso
involucrar a la CIA y usaron “consultores privados” para canalizar el dinero a
través del Banco o el FMI o alguna de sus agencias, de modo que si los
atrapaban no habría ramificaciones gubernamentales.
La CIA orquestó un golpe a Chávez, en
Venezuela en 2002. Se pagó a unos miles de gentes para que saliera a la calle a
protestar, así, daba la impresión de que era el pueblo entero el inconforme,
pero superó Chávez el golpe.
La injusticia crece y más y más personas
se desesperan. A los inconformes que no aceptan lo establecido les llaman
“terroristas”. En el 2007, el Departamento de Defensa de EE.UU. recibió 161
billones de dólares para la llamada “guerra global contra el terrorismo”. En
2004 murieron dos mil personas por ataques terroristas, de ellos 68 eran
norteamericanos. En EE.UU. cada año mueren 450,000 por enfermedades cardíacas,
y se gastan 54 veces más para prevenir el terrorismo que en prevenir esas
enfermedades.
No hay un ejército islámico o un grupo
terrorista llamado Al-Qaeda. Al-Qaeda es el nombre de una base de datos, de un
grupo que apoyaba a los Estados Unidos llamado Mudjadeen.
Cualquier oficial de inteligencia lo sabe, pero hay una campaña propagandística
que hace que el público crea que es una entidad identificada (Pierre Henry Bunel). Los verdaderos terroristas no trabajan en la
oscuridad de medianoche, sino que trabajan en las más altas posiciones de las
finanzas, el gobierno y los negocios de EEUU.
El Banco Mundial es de hecho un banco
de Estados Unidos, y apoya sólo sus intereses. Tiene poder de veto en las
decisiones. No hay democracia, hay negocios: IBM, ITT, AT&T, DuPont,
Wal-Mart, Dow, Union Carbine,
Exxon, United Fruit Corporation… estos son los poderes del mundo de hoy. Ven al
mundo como un negocio. Y la injusticia crece más y más.
El juicio ambiental más grande en la
historia del mundo, hoy se está llevando a cabo en nombre de 30000 de la
Amazonia ecuatoriana contra Texaco, subsidiaria de Chevron.
Se estima que vertieron más de 18 veces lo que Exxon vertió en la costa de
Alaska.
Todo demuestra que el Banco Mundial,
que pretende aliviar la pobreza, en vez de ayudar a los países pobres,
incrementa su pobreza. En 1960, la brecha de ingresos entre el quinto de la
población más rica del mundo contra el quinto de la población más pobre era de
30 a 1. En 1998, era de 78 a 1. De 1985 a 2000, los que viven con menos de un
dólar al día aumentó en un 18%.
A finales de 1960, el Banco Mundial
intervino en el Ecuador con grandes préstamos. En 30 años la pobreza creció del
50% al 70%; el subempleo o desempleo creció del 15% al 70%. La deuda externa
aumentó considerablemente, mientras que los recursos asignados a los pobres
bajaron de 20% a 6%. Para el año 2000, el 50% del presupuesto nacional se
asignó para el pago de su deuda externa.
¿Y quién es el emperador de este
imperio? la corporatocracia, esto es, los dueños de
las transnacionales, las grandes corporaciones. Controlan a los políticos
porque financian sus campañas y provocan los motines que hagan falta para sus
fines.
El Presidente Ernesto Zedillo elaboró
un plan a largo plazo para pagar la deuda externa, pero no acabó de pagarla;
pidió a Fox y Calderón seguir ese plan dos sexenios más, y ¡al fin casi se
acabó de pagar la deuda externa! Ahora el Presidente Peña Nieto nos volvió a
endeudar. ¿Por qué? Lógicamente se dejó manipular por los corporativos
financieros y por la ONU. Y sigue apoyando los dictámenes de la ONU como vio
con la reforma a las leyes y al presupuesto.
Cuando la ONU y sus filiales quieren
someter a los países les piden que bajen el presupuesto en salud y educación.
Veremos si el nuevo presidente Andrés Manuel se plega
a los dictados de los poderosos o ve por el bien de México. Suplicamos no nos
hagan esclavos de la deuda externa y de ideologías,