Carta a un superviviente del
aborto
P. Fernando Pascual
9-4-2019
Algunos dicen que no deberías
haber nacido, que leyes "represivas" impidieron tu destrucción, o que
se equivocó el médico en el test prenatal.
Por eso piensan que tu
existencia es errónea, que solo por "culpa" de otros estás aquí en el
mundo.
Gracias a un mínimo de
conciencia ética no terminaron contigo. Has pasado la frontera del parto y
ahora estás protegido por la ley.
Pero muchos seres humanos como
tú no llegan a ese momento porque fueron eliminados a causa del aborto: legal o
no legal, en cada aborto se acaba con la vida de un hijo.
Tú sobrevives y testimonias
que tu vida vale la pena, como cualquier vida humana. Quizá tengas algún
"defecto", quizá te hayan abandonado en el hospital. Pero muchos
corazones buenos han empezado a darte apoyo en el camino de tu vida.
No sé qué sentirás cuando, ya
adulto, escuches a muchos defender el aborto. Será un gesto muy noble de tu
parte si ayudarás a otros a acoger a los hijos antes del parto.
Pienses lo que pienses en el
futuro, podrás defender tus ideas en público solo porque estás vivo en el mundo
de los que han nacido, porque has sido sostenido y ayudado en tu fragilidad
humana.
Aunque algunos dicen que tu
existencia es el resultado de errores diagnósticos, de abortos mal realizados,
o de leyes que impiden eso que llaman "interrupción voluntaria del
embarazo", tú tienes ahora en tus manos opciones de libertad que a otros
les han sido negadas.
Deseo de corazón que uses esa
libertad para el bien, para la justicia, para apoyar a tantos inocentes en
situaciones de precariedad. Que defiendas a los descartados del mundo, a los
pobres, a los que son vistos como inferiores por quienes se autoconsideran
jueces que deciden sobre la vida o la muerte de otros.
Sigue tu camino. Has ganado la
primera batalla. Habrá nuevas amenazas, pero ahora eres visible y protegido. Tu
mirada, tu sonrisa, tus lágrimas, llegan a otros. Y tus manos pueden tocar
otras manos que desean construir un mundo un poco humano y más justo.