CLERICALISMO (8)

Padre Pedrojosé Ynaraja

 

Continúo, pese a ser repetitivo, con el clericalismo, ya que el Papa ha manifestado su desagrado y dice es uno de los males de la Iglesia. Supongo que en algún momento y con sosiego, se referirá al tema.

 

Acostumbro a ser caricaturesco. Tal género puede parecer exagerado, pero con frecuencia un tal diseño, precisa más que una fotografía.

 

Si ha sido propio del clericalismo la ambición de dominar y la posesión de bienes terrenales le ha podido ser arrebatada, tal las desamortizaciones, no pierde ocasión de recuperar el poderío, sea como sea. Una situación concreta, y tratándose de presbíteros, es el momento de la confesión, que le da oportunidad de subyugar conciencias.

 

Que el sacramento de la penitencia ha entrado en crisis social, nadie lo ignora, ni es la primera vez. Recuérdese las discusiones sobre su administración de modo privado, aunque con carácter eclesial público, que en otros tiempos apasionaron.

 

La disciplina establece que, en cuanto sea posible, el fiel debe confesar sus pecados con su género y diferencia. Ahora bien, el ámbito de la conciencia no está cuadriculado y adentrarse, incluso uno mismo en él, es más difícil que moverse por el laberinto de una catedral gótica.

 

Pretender entender, aclarar, orientar, aconsejar, etc. es tarea que facilita una intromisión que viole la intimidad. Operar en esta función, facilita el dominio sobre la personalidad, cierta anulación de la libertad y anular de alguna manera la responsabilidad. ¡Cuántas veces habíamos oído: esto me lo manda mi director espiritual! Y no aceptar ninguna sugerencia

 

Preguntas y más preguntas, satisfacción por desahogarse, pero disgusto posterior por sentirse de alguna manera controlado y haber por ejemplo comprometido al conyugue, sin tener derecho a hacerlo.

 

Mi práctica pastoral ha sido: dime de qué te arrepientes, te doy la absolución, que en esto soy infalible y después, si quieres, te aconsejaré, trataré de ayudarte, pero sin poder garantizarte ante Dios que sea indefectible.