Fundamentalismo de citas
P. Fernando Pascual
30-11-2018
Entre los muchos aspectos del
fundamentalismo hay uno que aparece con cierta frecuencia: tomar citas de
diversos documentos, aislarlas, y darles un relieve concreto según intereses
particulares.
Ocurre de un modo particular
respecto de la Biblia. Se toman versículos o capítulos de una parte, de otra,
de otra, y al final sale como resultado una secta que defiende la esclavitud, o
el divorcio, o incluso el uso de drogas...
Ocurre también con los Concilios.
Basta con pensar en los numerosos documentos del Concilio Vaticano II y ver
cómo se seleccionan algunas partes y se olvidan casi sistemáticamente otras,
según los gustos y deseos de personas o grupos partidarios de ciertas reformas.
En realidad, lo propio de una
lectura auténticamente católica de la Biblia, de los Concilios y de cualquier
otro texto o documento de importancia, consiste en respetar su unidad y su
armonía con el conjunto de la fe.
Además, como han recordado los
Papas especialmente en las últimas décadas, un documento de un Concilio
encuentra su interpretación genuina bajo la guía del obispo de Roma y de los
obispos que, unidos al Sucesor de Pedro y entre sí, caminan en el horizonte de
la fidelidad a la Revelación.
En un mundo donde las prisas
dificultan la lectura serena y completa de los textos, o donde grupos de
presión manipulan, desde citas sacadas de contexto, el mensaje bíblico o las
enseñanzas de los Concilios, vale la pena un mayor esfuerzo por leer los textos
desde la fe católica y bajo la guía del Magisterio.
Solo así evitaremos formas de
fundamentalismo y de manipulación que tanto daño hacen, y seremos capaces de
respetar el mensaje de salvación contenido en la Escritura y la Tradición; un
mensaje que es custodiado por quienes, como Sucesores de Pedro y los Apóstoles,
tienen una tarea maravillosa y exigente para el bien
de la Iglesia y del mundo entero.