CLERICALISMO (2)

Padre Pedrojosé Ynaraja

Quienes seguimos con interés el devenir de la Iglesia, experimentándola en nuestro entorno y los aconteceres de fuera los conocemos por los medios, podemos dejarnos influir por ellos y entonces crecerá al galope nuestro desencanto. De acuerdo con lo que se publica, porque es lo que más se vende, su realidad asombra y desconcierta. Adoctrina de acuerdo con los intereses  de la empresa propietaria.

Se ha hecho notoriamente público el triste, delincuente  y pecador fenómeno de la pederastia perpetrada por “gente de misa”. Se ha hecho público algo que en secreto lo sabíamos casi todos, sin notoriedades y deslumbrantes estadísticas. Se ha enfatizado de tal manera, que uno creería que es la única realidad que existe en la historia de la Santa Madre Iglesia.

Ahora bien, en la letra pequeña de los noticiarios y en las comunicaciones personales que recibimos los que estamos abiertos a su catolicidad, sabemos que continúan existiendo las conversiones a Cristo, también desde el Islam, que continúan existiendo los monasterios de vida contemplativa-intercesora, que continúan los buenos oficios de Caritas y ONGs de semejantes buenos oficios, y que continúan existiendo los perseguidos por su Fe y los ajusticiados por valientemente profesarla. Como digo y repito siempre, los mártires son sus más artísticas flores, preciosas realidades de la estética espiritual.

Vivo satisfecho en la Iglesia.

Pero toda empresa precisa mantenimiento y logistas. También en la Iglesia son necesarios, pese a que lo ignoren quienes mandan. Precisa dirigentes, staff, recursos humanos, trabajadores. Eso es así porque el hombre es un ser social. Familiar, vecinal o ciudadano…

Un robo, un incendio, un terremoto o una inundación, perjudican  espectacularmente y son fenómenos noticiables. Una mala gerencia conduce a disminución de beneficios, pero no es noticiable.

Al Papa le preocupa vivamente la mala gerencia y dirección del personal en la Iglesia. Pero esta realidad carece de morbo y no interesa (continuará)