CLERICALISMO

 

Padre Pedrojosé Ynaraja

 

Acababa la semana pasada escribiendo: al Papa le preocupa vivamente la mala gerencia y dirección del personal en la Iglesia. Pero esta realidad carece de morbo y no interesa al común. No era explícita la mención del clericalismo, pero a él quería referirme.

 

Clericalismo deriva de clero y el concepto evoca sacerdocio, aunque no sea equivalente. Sus más antiguos ancestros fueron los escogidos por la tribu para que ofrecieran sacrificios, invocaran a las divinidades, dibujaran oraciones, petroglifos y pinturas rupestres lo son, danzaran ritualmente y conociendo secretos de las plantas ejercieran la medicina, etc. les llamamos hechiceros o magos ¡qué sé yo cuantos nombres más les damos.

 

Ahora bien, en nuestra cultura y para situarnos más próximos a lo que pretendo referirme, pensamos en el sacerdocio de Israel, una realidad asociada a la descendencia de Aarón, con sus sirvientes escogidos los levitas. No hay que olvidar que en este mismo pueblo estaban incluidos los profetas, los doctores de la Ley, los jueces y los gobernantes. No hace falta recordar detalles.

 

En el cristianismo es diferente. Sacerdote solo hay uno, Jesús de Nazaret, Hijo de Dios, Pontífice y Salvador único, siendo a la vez auténtico hombre. Por voluntad suya, nació una comunidad santa y sacerdotal en la que recibieron valores y potestades sobrenaturales algunos, en virtud de una ordenación sacramental.

 

Antes de proseguir, hay que recordar que los que en la Iglesia Católica se llaman presbíteros, en iglesias o comunidades surgidas de la Reforma, pueden llamarse pastores o ancianos, sin que en todos los casos exista o se admita, la ordenación sacramental. Advierto también que poco tienen que ver estas funciones religiosas con las de los imanes en el Islam o las de los lamas en el Budismo. Son otra cosa, sin dejar de moverse en vivencias trascendentes.

 

Jesús anunció la venida del Reino de Dios y lo que vino fue la Iglesia dijo Loisy(1857-1940) (en 1908 fue excomulgado) . ¡y aquí fue Troya! O ya lo era.