Voz del Papa
¿Sabemos escuchar?
José Martínez Colín
1) Para saber
El
Papa Francisco abrió este miércoles 3 de octubre la XV Asamblea General
Ordinaria del Sínodo de los Obispos para reflexionar sobre los jóvenes, la fe y
el discernimiento vocacional. En su discurso
inicial subrayó la importancia de saber escuchar. Evitando el peligro que
impide escuchar como son los prejuicios que requerimos desechar.
Los
prejuicios afectan la relación entre jóvenes y adultos, dice el Papa. Pues los
adultos están tentados a ver a los jóvenes como inexpertos e infravalorarlos. Por
su parte, los jóvenes están tentados a no escuchar a los adultos por ser viejos,
trastos antiguos, pesados y aburridos, olvidando que es una tontería comenzar
siempre de cero como si la vida comenzara solo con cada uno de ellos.
2) Para pensar
Se
cuenta que cuando San Francisco de Asís, siendo un joven, le ayudaba a su padre
en su establecimiento de teles finas, un mendigo harapiento le pidió una
limosna por “el amor de Dios”. Francisco lo corrió del lugar.
Pero
la voz de su conciencia le reclamaba: “Y si ese hombre te lo hubiese pedido, no
por amor de Dios, sino por un condesa o un barón, ¿no le habrías atendido?”.
Francisco se arrepiente, deja a los clientes y sale corriendo a la calle
buscando al mendigo. Lo encuentra y le llena las manos de monedas de plata. A
partir de entonces, Francisco promete que jamás dejará de atender a quien le
pida algo por el amor de Dios. Francisco escuchó la voz de Dios en su interior
y supo responder. Luego oirá su llamada y dejará todo para seguir a Jesús.
Pensemos
si sabemos escuchar el llamado que Dios nos hace en medio de nuestras
actividades.
3) Para vivir
Una
manera de facilitarnos escuchar la voz de Dios es cuando oramos. Y este mes
mariano de octubre, el santo Padre ha invitado a los fieles de todo el mundo a
rezar el Rosario todos los días del mes, pidiendo la intercesión de la Virgen
María y San Miguel Arcángel para que protejan la Iglesia del demonio en estos
tiempos de crisis.
El
Papa dijo que el rosario es el “arma” contra el demonio y que solo con la
oración se le puede derrotar. Pidió que acompañemos este rezo con dos
oraciones. Una es la oración “Sub Tuum Praesidium”, que es la siguiente: “Bajo tu amparo nos
acogemos, santa Madre de Dios; no deseches las súplicas que te dirigimos en
nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro, ¡oh siempre Virgen,
gloriosa y bendita!”.
La
otra oración que pide rezar el Santo Padre al finalizar cada Rosario, es la de
San Miguel Arcángel creada por el Papa León XIII que dice así: “San Miguel
Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y
acechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra
humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que
Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus
malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén”.
José Martínez
Colín es sacerdote, Ingeniero (UNAM) y Doctor en Filosofía (Universidad de
Navarra)