Hacia dónde va la humanidad

P. Fernando Pascual

14-4-2018

 

Al observar la marcha de los acontecimientos intentamos comprender hacia dónde marcha la humanidad.

 

Muchas teorías e interpretaciones, del pasado y del presente, buscan responder. Unos hablan de un progreso continuo. Otros anuncian la llegada de catástrofes.

 

Unos acusan al ser humano de destruir el planeta. Otros confían en que se tomarán decisiones que solucionen los graves problemas ambientales.

 

Unos alaban el avance científico como fuente de bienestar y de sabiduría. Otros exaltan modos de vida más sencillos y armonizados con la naturaleza.

 

Unos se alegran porque ya la gente no cree en el pecado ni en la vida eterna. Otros auguran la llegada de un resurgir de las religiones.

 

Ante tantas teorías, surge la pregunta: ¿podemos conocer realmente hacia dónde va la humanidad? ¿Es posible llegar a una perspectiva justa para entender lo que ocurre a nuestro alrededor?

 

El cristianismo ofrece su respuesta, basada en una certeza que da esperanza: Dios ya ha intervenido, de modo decisivo, en la historia.

 

Cristo vino al mundo, ofreció el don de la misericordia, abrió a los hombres el camino para recibir la filiación divina, venció el pecado y la muerte.

 

Cada hombre, cada mujer, puede responder, libremente, al ofrecimiento de Cristo. Según sus decisiones, el mundo se acerca más a Dios o prefiere caminos que lo alejan de la Vida verdadera.

 

Cada día escribimos una nueva página de la historia. Será catastrófica, si dejamos que el egoísmo, la ambición, la soberbia, la sensualidad, dominen los corazones.

 

Será benéfica si dejamos que Dios suavice nuestras almas y nos enseñe el camino de la conversión, del amor, de la justicia y de la misericordia...