La grandeza de los pequeños
¿Cómo saber si soy
humilde?
Pbro. José Martínez
Colín
1) Para saber
En la primera semana de Adviento, el Papa Francisco, durante su
homilía pronunciada en la Misa, señaló que todo cristiano debe ser humilde si
quiere crecer hacia la plenitud del Espíritu Santo. Ahora bien, “¿qué es ser
humilde?”, se preguntó el Santo Padre. “Algunos pueden pensar que ser humilde
es ser educado, cortés, cerrar os ojos cuando se reza… No, ser humilde no es
eso. Entonces, ¿cómo puedo saber si soy humilde?”, insistió.
“Hay una señal para saber si tengo humildad: aceptar la
humillación. La humildad sin humillación no es humildad. Humilde es aquel
hombre, aquella mujer, que es capaz de soportar las humillaciones como las ha
soportado Jesús, el humillado, el gran humillado”, explicó.
2) Para pensar
Se cuenta que había un niño pastorcito que cuidaba sus ovejas en
el campo. El niño era piadoso y se había hecho el mismo un rosario con una
cuerda a la que le había hecho diez nudos para las avemarías, y así rezaba
mientras sus ovejas pastaban. En eso pasó un señor, el cual vivía alejado de
Dios. Tanía tan poca fe, que casi desaparecía. Al ver al niño que el niño
rezaba se acercó para cuestionarlo. El pastorcito lo saludó amablemente. El
señor, en un tono medio burló y con un tufillo de orgullo le hizo una propuesta
al niño: “Mira, te daré una manzana si me dices dónde está el Dios al que le
rezas”. El niño se desconcertó, pero se puso a pensar y se le iluminó el rostro
y contestó: “Mire señor, yo le doy dos manzanas si me dice dónde no está Dios”.
El señor se retiró humillado, reconociendo que el niño sabía más
que él.
Hay un pasaje en el Evangelio donde el Señor da gracias a Dios
Padre por revelárseles a los pequeños y humildes. Una condición para abrirse a
los misterios divinos es tener un corazón humilde. Pensemos qué tan abierto
tenemos el corazón.
3) Para vivir
Cada cristiano, dice el Papa, es “como un pequeño brote donde se
posará el Espíritu del Señor, espíritu de sabiduría y de inteligencia… De la
pequeñez se crece a la plenitud del Espíritu. Esta es la vida del cristiano… Es
preciso ser conscientes de que cada uno de nosotros es un brote de aquella raíz
que debe crecer. La misión del cristiano será custodiar ese brote que crece en
nosotros, custodiar el Espíritu”.
La vida del cristiano ha de ser un crecimiento, y para ello hay
que llevar el estilo de vida del cristiano: “Es un estilo como el de Jesús,
sustentado en la humildad”, dice el Papa.
El Pontífice finalizó su homilía pidiendo “que el Señor nos de
esta grandeza de custodiar lo pequeño hacia la plenitud del Espíritu. No
olvidéis las raíces y aceptad las humillaciones”.