LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA

 

--- Celebrar una fiesta de María es una buena ocasión para cumplir el deseo del discípulo Amado: “Hijo, ahí tienes a tu Madre. Y el discípulo la recibió en su casa”. Desde este momento, siempre ha habido creyentes, que por influjo del Espíritu han acogido a la Madre del Señor en su casa, en sus sentimientos y en su corazón.

---La Iglesia cree y experimenta una presencia especial de la Virgen en la celebración eucarística. Por eso la menciona repetidas veces a través de la Eucaristía. Especialmente  en el momento central y solemne de la plegaria eucarística.

--- El pueblo español lleva siglos celebrando la Fiesta de la Inmaculada Concepción. Ya decía Juan pablo II que “España es tierra de María”.

¿Qué nos puede decir a nosotros esta Fiesta de la Inmaculada? Hay una palabra clave que aparece en el Evangelio y es la explicación de esta fiesta. La palabra es <<gracia>>. María es la <<llena de gracia>>, es el nuevo nombre que le da el ángel.

Desde este momento comienza una nueva época, la época de la gracia. Todo se explica desde esta realidad. El universo creado por Dios es gracia, la venida de Cristo es gracia, la vida de la Iglesia es gracia, la existencia del creyente es gracia, tu vida, mi vida es gracia, regalo de Dios.

--- El mundo es cruel, ciego, insensato. Pero hay una corriente de Dios que atraviesa la humanidad y esta corriente de gracia, belleza y santidad viene anunciada por la Madre del Señor.

Hoy necesitamos signos de esperanza. Un signo de esperanza es la Inmaculada, la Madre de Jesús. Sin esperanza y sin razones para vivir la existencia humana se seca, es absurda, nos parece vacía.

 

Virgen Inmaculada, a ti levantamos nuestros ojos

Y nuestro corazón.

Virgen de la esperanza, danos la alegría de vivir,

Ilumina nuestra vida y haz de nosotros

Discípulos de Jesús. AMÉN.