Adicción a la TV. Causas y
consecuencias
Rebeca Reynaud
Causas
Cuando
hay adicción a la televisión, el problema radica en que la televisión es “una
más de la familia”, y más, si se encuentra en varias de las habitaciones de
la casa. Según Alonso Fernández el teleadicto “se halla sumido en el desierto
mental de la pasividad e inercia con erupciones de violencia (…), semejante al
mundo de los adictos a la heroína” (CAT Barcelona).
La
afición desmedida por ver la televisión constituye un riesgo de dependencia por
encarcelamiento interno que anula la capacidad de libertad y decisión. Las
personas más susceptibles de padecer esta adicción son los sujetos de carácter
inestable, carentes de iniciativa, los que se sienten solos o poco realizados,
los enfermos depresivos y las personas con dificultad de autocontrol.
Los
niños de edad escolar son lo que con mayor facilidad se vuelven adictos a la
televisión, debido a un abuso de la pantalla no tutelado por los adultos. La
televisión es el invento que más dramáticamente ha cambiado nuestros hábitos.
Antes la gente le daba más importancia a la literatura, leía, hacía deporte o
salía a jugar a la calle.
La
sensación de una vida vacía y poco divertida lleva también a las adicciones,
por ello es importante leer más sobre cómo mejorar la propia actividad y sobre
lo que ocurre después de la muerte. La vida es corta, y a veces invertimos gran
parte de ella en ver televisión.
Consecuencias
de ser teleadictos
Ver
mucho tiempo la televisión puede generar arterioesclerosis, diabetes,
colesterol alto, sufrir de presión arterial y de sobrepeso, por el sedentarismo
que se le asocia. Si a esa pasividad se le suma el consumo de comida “chatarra”
–frituras, refrescos, dulces- los riesgos son mayores. Puede provocar que un
individuo se vuelva más tímido o violento, y crece su insatisfacción al no
cumplir con sus responsabilidades en casa, laborales o con otras personas.
Además, frena la imaginación ya que da todo hecho (cfr.
psicologíayautoayuda.com).
Pasar
horas viendo la televisión puede causar depresión por el aislamiento y la
soledad que conlleva esa actividad. Algunos expertos señalan que las personas
llegan a refugiarse en la televisión para “bloquear” sus
sentimientos y la realidad.
Un
estudio publicado en el Journal of the American Medical Association, confirman
que por cada dos horas adicionales que pasas viendo la televisión, el riesgo de
desarrollar diabetes tipo 2 aumenta en un 20%.
Al
ver TV, una persona suele estar sentada, inactiva. Una de las acciones propias
de la naturaleza humana es caminar; los televidentes dejan de dar al menos 1500
pasos al día. El corazón también sufre secuelas por ver varias horas al día la
televisión. El riesgo de sufrir una enfermedad cardiaca aumenta 15%.
Ver
muchas horas televisión puede causar fatiga visual y dolores de cabeza, Estos
síntomas se acentúan cuando lo haces con la luz apagada. El reto es comenzar a
cultivar hábitos saludables. Esto incluye ver menos de dos horas al día tus
programas favoritos.
Somos
responsables de cómo alimentamos nuestra inteligencia; de qué libros leemos,
qué conversaciones tenemos, qué programas o películas vemos y que tan
selectivos somos para escoger nuestros entretenimientos.