Estrellas en la tierra
P. Fernando Pascual
1-10-2017
San Juan Crisóstomo (347-407)
no tenía dudas: cada bautizado es como una nueva estrella sobre la tierra.
En una de sus catequesis sobre
el bautismo, explicaba: "Ved que también de la tierra nacen estrellas,
estrellas más rutilantes que las del cielo. Estrellas sobre la tierra, por
causa de aquel que apareció sobre la tierra venido del cielo" (Séptima
catequesis bautismal).
La comparación llegaba mucho
más lejos, pues Crisóstomo estaba convencido de que los bautizados brillan
mejor que las estrellas, porque su luz es visible a pleno día.
"Pero no sólo estrellas
sobre la tierra, sino también estrellas en pleno día. ¡Segundo prodigio éste! ¡Estrellas
en pleno día más rutilantes que las nocturnas! Éstas, efectivamente, se ocultan
cuando aparece el sol, aquellas, en cambio, cuando aparece el sol de justicia
resplandecen aún más".
En la misma catequesis
bautismal san Juan Crisóstomo citaba las palabras de Cristo: mientras las
estrellas del cielo caerán un día (cf. Mt 24,29), "los justos
brillarán como el sol en el Reino de su Padre" (Mt 13,43).
La metáfora es atrevida, más
en un mundo donde muchos ya no saben mirar al cielo para ver las estrellas, y
muchos otros no perciben la belleza del bautismo que nos ha dejado Jesucristo.
Por eso, podemos preguntarnos
si brillamos como nos pide el Maestro: "Brille así vuestra luz delante de
los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre
que está en los cielos" (Mt 5,16).
Somos hijos de una Luz que no
muere, que vino al mundo y que es ofrecida a cada hombre (cf. Jn 1). Si permitimos que el bautismo brille en
nuestras mentes y en nuestros corazones, seremos estrellas en la tierra.
Entonces nuestro testimonio será arrollador, porque viene del Corazón de Sol
que nace de lo alto (cf. Lc 2,78)...