Necesidades falsas,
necesidades verdaderas
P. Fernando Pascual
12-8-2017
Necesitamos aquello que nos
falta. Pero no todo lo que sentimos que nos falta es realmente necesario.
Algunos sienten necesidad de
más vacaciones, cuando lo que realmente necesitan es abrir los ojos a los
problemas de familiares y amigos.
Otros creen que necesitan más
tiempo en Internet, cuando lo que necesitan es aprender a escuchar a amigos y
conocidos.
En el camino de la vida
necesitamos (una necesidad urgente) distinguir entre lo que realmente importa y
lo que es prescindible, entre lo falso y lo verdadero.
En un mundo de pantallas,
propaganda, frases fáciles, lecturas engañosas, mentiras repetidas miles de
veces, tenemos la urgencia de denunciar necesidades falsas que nos quitan
libertad interior.
Si lo logramos, muchas
necesidades mostrarán su falsedad: habíamos quedado atrapados por un deseo de
avaricia insaciable que nos destruía internamente, o por sueños de placer que
esclavizaban nuestros corazones.
Al mismo tiempo, lograremos
abrir los ojos a las necesidades verdaderas: recibir y dar amor, perdonar y
pedir perdón, invocar a Dios, trabajar por la justicia terrena y por la vida
eterna.
El sol sigue su marcha
frenética. La luna indica la llegada de la noche. Muchos deseos pasaron ante mi
corazón. Hicimos elecciones, empleamos el tiempo en esto o en lo otro.
Antes de acostarnos, podemos
mirar al cielo y preguntar a Dios: ¿hemos sabido distinguir entre las
necesidades falsas y las verdaderas? ¿Supimos invertir esta breve vida en lo
que realmente vale aquí y en el cielo?
El cansancio cierra nuestros
ojos. Mañana, si Dios quiere, tendremos en nuestras manos un nuevo día. Pedimos
el don de descubrir lo que realmente vale la pena, que surge cuando nos dejamos
amar y cuando aprendemos a amar un poco como Dios mismo nos ama: sin medida...