Una cultura vocacional
Lucio del Burgo
En una
conversación con un judío en un viaje a Tierra Santa, me dijo que él se sentía
elegido y llamado, que experimentaba la mano de Dios en todos los
acontecimientos de su vida.
En toda la
Biblia, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento hay una
cultura vocacional que nosotros no deberíamos olvidar. No se explica la
existencia humana sin la llamada del Señor. Ahí están las figuras de Abraham,
José, Moisés, Samuel, David, los Profetas, los Doce Apóstoles,… Y es que el ser
elegido y llamado marca la diferencia en la vida de una persona. No se siente
uno errante de un sitio a otro sino peregrino y acompañado de Alguien.
También
nosotros, creyentes de hoy, hemos sentido de una u otra forma la llamada del
Maestro, una llamada irrevocable a seguir a Jesús. Que la fuerza del Espíritu
nos haga revivir nuestra vocación. Que nosotros también nos sintamos elegidos y
llamados de Dios. Que Jesús sea la razón de nuestra vida y la esperanza más
firme de nuestra existencia.