CADA DIA SU AFÁN Diario de León
LA ALEGRÍA DEL AMOR
El amor es la raíz del matrimonio. Y es el tronco que sostiene el árbol de la
familia. Pero en estos tiempos no es fácil decir qué es el matrimonio ni cuál es la
esencia de la familia.
Por eso el Papa Francisco ha convocado un Sínodo de Obispos sobre la Familia,
que se desarrolló en dos tiempos, en el otoño de 2014 y en el de 2015.
Recogiendo muchos de los puntos más interesantes abordados por ambas
asambleas, el Papa Francisco publicaría el día 19 de marzo de 2016 la exhortación
apostólica Amoris laetitia, es decir, La alegría del amor.
Es un documento tan extenso como sugerente. A las consideraciones de los padres
sinodales, el Papa ha añadido muchos pensamientos propios, además de numerosas
referencias a documentos de las Conferencias Episcopales. Ha citado también a varios
teólogos y algunos escritores modernos, entre los cuales figuran algunos no cristianos.
Ha llamado la atención el hecho de que haya mencionado una película de cine.
El Papa Francisco espera que esas múltiples aportaciones “puedan orientar la
reflexión, el diálogo o la praxis pastoral y, a la vez, ofrezcan aliento, estímulo y ayuda a
las familias en su entrega y en sus dificultades” (AL 4). Por otra parte, él mismo ha
querido abrir la exhortación, presentando un resumen del contenido de tan amplio
documento:
“En el desarrollo del texto, comenzaré con una apertura inspirada en las Sagradas
Escrituras, que otorgue un tono adecuado. A partir de allí, consideraré la situación
actual de las familias en orden a mantener los pies en la tierra. Después recordaré
algunas cuestiones elementales de la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio y la
familia, para dar lugar así a los dos capítulos centrales, dedicados al amor. A
continuación destacaré algunos caminos pastorales que nos orienten a construir hogares
sólidos y fecundos según el plan de Dios, y dedicaré un capítulo a la educación de los
hijos. Luego me detendré en una invitación a la misericordia y al discernimiento
pastoral ante situaciones que no responden plenamente a lo que el Señor nos propone, y
por último plantearé breves líneas de espiritualidad familiar” (AL 6).
Para la opinión pública lo más interesante era oír la palabra del Papa sobre las
personas divorciadas que han contraído un nuevo matrimonio. Como se ve, el Papa
considera que el centro de su exhortación se encuentra en la reflexión sobre el amor. A
esa luz examina él las crisis del matrimonio.
Durante este año desde la publicación de este documento han sonado aplausos y
se han hecho oír algunas ásperas voces de rechazo. Pero es hora de preguntarse qué
convicciones subyacen a esas posturas.
Hay que leer la exhortación con serenidad y sin prejuicios, para ver qué actitudes
y estructuras han de cambiar en este momento. Y, sobre todo, para valorar el papel de la
conciencia en el discernimiento de los casos más difíciles.
José–Román Flecha Andrés