Dificultades de quien busca comprender nuestro mundo
P. Fernando Pascual
25–2–2017
Muchos deseamos conocer lo que pasa en el mundo. El problema está en cómo lograrlo.
Porque sabemos que la medicina ha cambiado el modo de vivir de muchos, pero no lo que planean ni
promueven las grandes compañías farmacéuticas.
Porque tocamos el poder de los bancos en tantos lugares, pero resulta difícil ver en qué maneras
promueven a unos y descartan a otros.
Porque vemos continuamente cómo los medios de información destacan algunos temas y marginan
otros, pero no descubrimos los motivos profundos de sus elecciones y omisiones.
Porque sentimos cómo el mundo digital, con la galaxia Internet a la cabeza, crea dependencias
irrenunciables, pero no sabemos verdaderamente los proyectos de las grandes compañías que controlan
servidores y programas.
Porque estudiamos las protestas “espontáneas” que surgen aquí y allá, pero muchas veces quedan en la
oscuridad los nombres de personas y organizaciones que las promueven, las financian y las dirigen.
Porque seguimos con atención las nuevas novelas, las películas de punta y las canciones más famosas,
pero carecemos de datos para ver según qué criterios se eligen los temas, se promueven algunos y se
marginan otros.
Porque los libros de historia reflejan realidades fragmentarias, con omisiones graves, con prejuicios
muy arraigados, y con generalizaciones que impiden acercarse mejor hacia la complejidad de tantas
situaciones del pasado.
Son muchas las dificultades que encontramos a la hora de conocer un poco cómo va el mundo. Por eso
resulta tan fácil quedarse en fórmulas y valoraciones genéricas, mientras los actores más influyentes
permanecen en la sombra.
Reconocer esas dificultades, al menos, es ya un paso importante. Porque al señalarlas emprenderemos
acciones concretas para evitar generalizaciones vagas y prejuicios que falsean los hechos. Y porque así
podremos tener la mente y el corazón más interesados en estudiar seriamente el mundo complejo en el
que se desarrolla nuestra breve, pero decisiva, existencia terrena.