Los niveles de generosidad  
El verdadero regalo  
Pbro. José Martínez Colín  
1
) Para saber  
En su saludo por Navidad a los trabajadores de la Santa Sede,  
el Papa Francisco explicó el simbolismo de los regalos que  
habitualmente las personas se obsequian en Navidad.  
En sus palabras, el Santo Padre expresó su deseo de  
agradecer con ustedes al Señor por todos sus dones. Porque es  
cierto que en estos días se piensa en los regalos de Navidad, pero  
en realidad quien hace el verdadero regalo es Él, nuestro Padre, que  
nos dona a Jesús”.  
2
) Para pensar  
Una persona elaboró una escala de generosidad, que puede  
ayudar a revisar con qué actitud y de cuánto estamos dispuestos a  
desprendernos:  
Suponiendo que en un día muy helado un hombre anciano  
está en la calle temblando y entumido pidiendo algo para protegerse  
del frío.  
En el nivel seis, que es el nivel más básico de dar a los demás,  
un hombre le da molesto una pequeña limosna para que vaya  
completando y, más que para ayudar, es para que deje de molestar.  
En el nivel cinco, el hombre con mejor actitud le da una  
pequeña ayuda y esperando quedar bien ante sus conocidos.  
En el nivel cuatro, el hombre le da lo necesario para un abrigo  
nuevo con buena actitud, pero con la intención de quedar bien y  
que se lo agradezcan.  
En el tercer nivel, el hombre le da para comprar un abrigo con  
buena actitud y ya sin esperar nada a cambio.  
En el segundo nivel, el hombre amablemente le da su propio  
abrigo sinceramente a otro hombre, sin esperar ninguna  
recompensa.  
Y finalmente, en el primero y más puro nivel de dar a los  
demás, el hombre además de darle amablemente su abrigo nuevo  
sinceramente, se interesa por él: le pregunta su nombre y sobre su  
familia. Además le entrega un sobre con dinero para que a su vez le  
regale algo a su familia. Es decir, le da más de lo que la otra  
persona espera. Entonces el dar se hace con la misma sencillez que  
una flor emite su perfume, sin esperar nada a cambio y dando lo  
mejor de sí y de la mejor manera.  
3
) Para vivir  
En esta época de dar regalos, invitaba el Papa Francisco a que  
esta bella tradición de intercambiar dones sea un reflejo del don que  
Dios nos hace, de su Hijo que nos lo da hecho hombre y nacido de  
la Virgen María.  
El Señor este Año de la Misericordia que terminó desbordó  
sobre nosotros su misericordia. Se preguntaba el Papa: “¿Y toda  
esta gracia ha concluido con el fin del Jubileo? ¡No! Esta gracia está  
dentro de nosotros, porque nosotros debemos hacerla fructificar en  
la vida de cada día, ya sea en familia o en el trabajo o en todo  
lugarLa Navidad nos lo recuerda”, nos invita a ser generosos.  
Y si los regalos suelen traer alegría, ante el regalo que nos da  
el Señor, nos da el motivo de mayor alegría. La Navidad nos vuelve  
a recordar este motivo para mantener la alegría durante el año. Así,  
nuestro agradecimiento ha de ser continuo.  
Para concluir, el Santo Padre oró: que “el Señor los bendiga y  
la Virgen los proteja. Y ante el pesebre, acuérdense de rezar por  
mí”.  
(
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