En camino hacia Dios
P. Fernando Pascual
1–1–2017
Caminamos. Cada día es una nueva etapa. La meta está cada vez más cerca.
Ese camino tiene un destino. No siempre lo recordamos. Dios nos espera tras el último suspiro.
Un paso es bueno si nos abre al encuentro eterno. Un paso es malo si nos aparta del amor, si nos lleva
hacia el pecado.
El pecado puede ser curado. Basta con pedir perdón y abrirse a la misericordia. Entonces volvemos al
buen camino.
La aventura humana es magnífica cuando nos conduce, junto a otros, al encuentro del Amor verdadero.
Entonces todo adquiere su sentido pleno. Los momentos bellos alegran la marcha. Los momentos
dolorosos purifican.
Al final hay que rendir cuentas. Si nos dejamos abrazar por la misericordia, la esperanza logrará la
deseada meta.
Quizá habrá que pasar, antes de entrar en el cielo, por un momento de purificación. El purgatorio duele,
pero sirve para llegar preparados al encuentro.
Pasan las horas y la cita se acerca. Hoy tengo oportunidades únicas para correr por el camino del amor,
para empezar a experimentar, ya aquí en la tierra, un poco de tu cielo...