Escritos, ¿en tercera persona o en primera persona?
P. Fernando Pascual
17-12-2016
Parece una consigna generalizada, y en muchos lugares obligatoria: no usar la primera persona en
artículos, trabajos escritos o textos parecidos.
Motivos podrán darlos quienes defienden o acogen esta consigna. Sin embargo, una reflexión ayudaría
a ver otra perspectiva sobre este tema.
Usar la primera persona implica que quien habla o escribe se expone. “Digo, afirmo, pienso, creo, me
parece...”
La tercera persona parece más discreta, incluso más humilde, pero no pocas veces puede convertirse en
un subterfugio para esconderse y dar apariencias de objetividad donde no la hay.
Además, quienes evitan usar la primera persona se colocan a sí mismos, como escritores, en un lugar
secundario, como si su punto de vista no fuera de interés. “Se piensa, se supone, parecería,...”
En realidad, todo lo que decimos o escribimos surge desde deseos, preferencias, opciones, opiniones,
que son personales. Es decir, todo lo pensado o lo escrito nace “en primera persona”, aunque luego
quede disimulado con expresiones y fórmulas “en tercera persona”.
Como en todo, abusar de la primera persona puede parecer a muchos pedante o soberbio. Pero también
es extraño omitir casi por completo su uso, como si un texto cayese de un mundo irreal y anónimo.
Exigir que todo deba redactarse como si se tratase de una enciclopedia anónima puede crear una
apariencia de objetividad, pero esconde muchas veces las intenciones y los prejuicios que originan
unas frases revestidas con un tono de impersonalidad.
Como dije, un texto en el que la tercera persona da apariencias de objetividad, refleja, en numerosos
casos, ideas muy subjetivas, algunas claramente reductivas o ideológicas, si es que no incurre en la
terrible enfermedad de la hipocresía.
En cambio, aquellos escritores que usan sin miedo, pero con prudencia, la primera persona, saben que
se exponen directamente en lo que dicen, al mismo tiempo que intentan dejar en claro sus puntos de
vista.
Una voz susurra entre mi teclado y mi pantalla: “ ) y por qué no usas la primera persona?” Sí, es hora
de romper el miedo, sin caer en abusos, para exponerse y aprender a escribir en primera persona.
Porque si creo algo no necesito esconderme bajo una tercera persona genérica. Basta que desvele mis
convicciones y que, desde las mismas, pueda entablar un diálogo constructivo con quienes tengan otras
perspectivas y las expresen, también en primera persona, con la misma confianza que yo...