“No quiero ser hipócrita”
- “Yo no voy a la Iglesia pues conozco a personas que acuden a ella y luego
están criticando a los demás. ¡No quiero ser así!”.
-¿Y las personas que no rezan tampoco critican? No está conectado
el rezo con el daño , ni el “no rezo” con el “no da￱o”.
Cuando uno deja de practicar como reacción a «experiencias negativas
causadas por las incoherencias de los más practicantes» debería volver a
pensarlo. Los errores prácticos no invalidan la verdad de una
doctrina . Los católicos practicantes no son siempre creyentes perfectos.
Una persona puede vivir sin Dios y ser buena persona. Pero eso dura poco
ya que tenemos una inclinación al bien y otra al mal y, sin la ayuda de Dios,
ésta última puede prevalecer. Por eso el Padrenuestro dice: “No nos dejes
caes en tentaci￳n”. No dice: “¡Yo no voy a caer ante la tentaci￳n!”, porque
necesitamos de la ayuda de Dios para no caer en ella. “Sin mí no podéis
hacer nada”, dice Jesús.
La moral de Israel no es una simple moral natural. El cristianismo no es una
religión de origen meramente humano, porque la iniciativa viene de Dios.
No se limita a realizar unos ritos, aunque ha recibido los Sacramentos para
tener participación en la Vida Divina. Y no es un código de conducta moral,
aunque es depositario de los Mandamientos de Dios. El cristianismo es eso y
mucho más: es vivir de Jesucristo y aceptar la elevación del hombre a la
dignidad de hijo de Dios.
La segunda petici￳n del Padrenuestro es “hágase tu voluntad”. Implica
reconocer que Dios sabe más que nosotros, por eso nos fiamos y le decimos
que se haga su Voluntad y no la nuestra. Pero para conocer la Voluntad de
Dios, el ser humano debe orar y pedir luces.
Juan Pablo II afirmó que «los Diez Mandamientos no son la imposición
arbitraria de un Señor tiránico. Fueron escritos en piedra, pero estaban ya
escritos en el corazón humano como la base de la ley moral universal,
válida en todo tiempo y lugar». Los Mandamientos de Dios salvan a los
hombres de las fuerzas disgregadoras del egoísmo, del odio y de la
falsedad, que llevan a ser esclavos de los ídolos y a esclavizar también al
prójimo.
Benedicto XVI dice que es esencial tener amor a la verdad, ya que «sin
verdad, la caridad cae en mero sentimentalismo. El amor se convierte en un
envoltorio vacío que se rellena arbitrariamente. Este es el riesgo fatal del
amor en una cultura sin verdad» ( Caritas in veritate ).
La moral de la Biblia se define así: “Sed santos porque yo, Yavé, vuestro
Dios, soy Santo” (Levítico 19,2). A Dios le gusta que vivamos en presencia
de Él, tanto es así que la Biblia enseña que personajes como Abraham,
Moisés, Samuel y David fueron agradables a Dios, y de cada uno se dice:
“Camin￳ en la presencia de Dios”.
El problema de muchos católicos es que no somos santos. Al menos
podríamos luchar por serlo porque eso nos daría coherencia. De Santa
Teresa de Calcuta, Malcolm Muggeridge, periodista inglés, escribe: Su
sencilla presentación del Evangelio y su alegría al recibir los sacramentos,
atraen irresistiblemente a quien tiene ocasión de estar cerca de ella. Ningún
libro de los que he leído, ningún discurso, ninguna ceremonia, ninguna
relación humana o experiencia trascendental me han acercado tanto a
Cristo ni me ha hecho tan consciente de lo que la Encarnación significa para
nosotros .
Otro capítulo es “lo que se pierden los cat￳licos que no van a Misa”. Anoto
unas palabras de la Santísima Virgen a sus hijos: Hijos míos, debéis tener
una voluntad especial cuando vais a Misa. Si fuerais conscientes de lo que
vais a recibir, saltaríais de alegría al acercaros a la comunión. Si es posible,
participad cada día de la Misa. Pero no como simples espectadores sino
como personas que en el momento del sacrificio de Jesús en el altar están
preparadas para unirse a Él y convertirse con Él en un pequeño sacrificio
para la salvación del mundo (...). Les pido que demostréis vuestro amor
viniendo a Misa. El Señor os recompensará ampliamente. Los invito a vivir
la Santa Misa. Jesús en la Santa Misa os da las gracias por venir (...). La
Misa es la forma más alta de oración. No os podéis ni imaginar su grandeza.
Por eso sed humildes y respetuosos con su preparación. Venid a rezar. No
miréis a los otros, no los critiquéis. Que vuestra vida en cambio sea el
testimonio del camino de la santidad .
La Misa ocupa en la vida de la Iglesia el mismo lugar central que el Calvario
en la obra de la Redención, dice el Catecismo. Al no ir a Misa te pierdes de
lo más grande que puede ocurrir en el mundo, y es que a veces no se
entiende lo que la Misa es. Para saberlo hay que leer el Catecismo de la
Iglesia Católica .
En resumen, recordemos aquel pensamiento de Pascal: «No hay más que
tres tipos de personas: unas, que sirven a Dios habiéndole hallado; otras,
que se empeñan en buscarlo sin haberlo encontrado; otras, que viven sin
buscarle y sin haberle hallado. Las primeras son felices y razonables, las
segundas son razonables, y las últimas son desdichadas».
Martha Morales