Revisar
P. Fernando Pascual
23-7-2016
Es un consejo que circula por ahí: hay que revisar bien lo que uno escribe, para dejar claras las
ideas y evitar malentendidos.
Porque cuando escribimos un mensaje, nos gusta emplear poco tiempo y enviarlo rápidamente.
Pero cuando vemos errores, a veces serios, en los mensajes enviados, o nos damos cuenta de que
no fuimos claros por los malentendidos provocados, sentimos pena.
En un mundo de prisas, donde se busca que todo sea fácil y rápido, revisar exige calma y
reflexión, y “quita tiempo”. Pero no es tiempo perdido el que se invierte para mejorar la
comunicación y para promover un buen entendimiento.
Basta un pequeño esfuerzo y un “plus” de calma. Entonces podremos dar un nuevo vistazo al
texto en la pantalla, ver que sobra un “no” o que falta un “sí”, corregir una frase que da la
impresión de enfado o de desprecio, y completar datos que ayudan al destinatario.
Esas revisiones sencillas provocan beneficios importantes. Mejora no solo la presentación, sino
el contenido. Mostramos mayor respeto a quien nos lee, pues recibe unas líneas bien pensadas y
con menos errores (algunos, por desgracia, difíciles de detectar...).
Revisar es, por lo tanto, una parte importante de nuestra vida. El tiempo que dediquemos a
releer, tachar, cambiar, mejorar, perfilar nuestro mensaje será bien invertido. En parte, porque
nos ahorrará el tener que redactar un nuevo mensaje para sanar malentendidos. En parte, y eso es
lo más importante, porque hará más fluidas y cordiales las relaciones con familiares, amigos y
conocidos.